LISBOA.- El Consejo de las Finanzas Públicas de Portugal (CFP), órgano estatal que evalúa la política presupuestaria, censuró el exceso de optimismo en las previsiones elaboradas por la "troika" y el Gobierno luso.
El informe del CFP divulgado hoy constata también una falta de estrategia presupuestaria a largo plazo que terminó en resultados macroeconómicos por debajo de lo esperado y una trayectoria de ajuste presupuestaria errática.
El Consejo de las Finanzas Públicas de Portugal consideró que el programa de ajuste negociado con la Comisión Europea, el Banco Central Europea y el Fondo Monetario Internacional a mediados de 2011 se basó en estimaciones optimistas tanto en el marco internacional como en el impacto de la austeridad internamente.
Aunque el informe asegura que “el PIB en términos reales regresaría al nivel del 2007 durante 2015, las previsiones más recientes apuntan para que al final de 2014 la economía todavía esté siete puntos porcentuales abajo de ese valor”.
Según los pronósticos más recientes, la economía portuguesa, en recesión desde 2010 y con una tasa de desempleo del 15,6%, caerá del 1,8%, aunque para 2014 se espera un crecimiento del 0,8%.
Asimismo, el CFP criticó que el ajuste basado principalmente en la reducción del gasto no sucedió hasta 2013 a pesar del aumento de impuestos anteriormente puesto en marcha.
En uno de sus últimos informes, este organismo ya había alertado que hubo en Portugal poco discernimiento en la gestión de la reducción de los gastos.
El Consejo Económico y Social (CES), formado por delegados de la Administración, empresarios, sindicatos y entidades cívicas, ha recomendado en otro informe publicado este mes “el combate ciego” de los gastos que ha llevado a un degradación el servicio público y un empobrecimiento del funcionariado, un importante vector de consumo para la economía.
El CES pidió que los plazos de reducción del déficit sean más flexibles para disminuir el nivel de austeridad en Portugal, al tiempo que demandó un aumento en inversión productiva, “capaz de incorporar alto valor agregado en bienes y servicios”.
Para este año Lisboa se ha comprometido con Bruselas a cerrar con un déficit del 5,5 % del PIB, que previsiblemente no se cumplirá por la ayuda estatal al banco Banif, y del 4 % en 2014.