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Santiago: Miércoles 04 de diciembre del 2024 | Actualizado 00:35
El biodiésel argentino es producido a partir de la soja.
EFE (archivo)BUENOS AIRES.- Argentina, el mayor exportador mundial de biodiésel, se quejó este jueves ante autoridades españolas debido a que no incluyeron, en una nómina de proveedores de biodiésel, a ninguna empresa del país sudamericano.
El reclamo se enmarca en la tensión entre los dos países abierta cuando Buenos Aires expropió en 2012 la mayor parte de las acciones de la petrolera YPF a la española Repsol.
El reclamo trasandino siguió a la designación de oferentes de biodiésel por parte de Madrid.
En protesta, el canciller argentino, Héctor Timerman, envió el jueves una carta a su par hispano, José Manuel García Margallo, con copia a algunos medios locales, en la que consideró "ilegítima y proteccionista" la política de la nación europea.
"El gobierno argentino desea expresar firmemente su preocupación bajo el entendimiento de que dicha norma, de evidente corte discriminatorio, tiene por objetivo resguardar la industria europea de biodiésel de la competencia con los productores argentinos, quienes elaboran este combustible de manera sumamente eficiente", señaló Timerman.
Pérdidas
España, que hasta 2011 era el principal comprador del combustible argentino, intentó en 2012 restringir las importaciones de biodiésel del país sudamericano, pero el esfuerzo no prosperó por las quejas de la nación austral en la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En octubre último, sin embargo, los miembros de la Unión Europea (UE) acordaron imponer aranceles a las importaciones de biodiésel argentino por un supuesto dumping cometido por empresas del país sudamericano. La acusación fue desmentida tajantemente en Argentina.
El canciller trasandino advirtió que el país "llevará adelante medidas en el ámbito del sistema multilateral de comercio" ante la situación generada en España.
La situación de este combustible, producido en Argentina a partir de aceite de soja, es delicada desde que a partir del año pasado las exportaciones se derrumbaron.
La Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) estima que las pérdidas superarán los 1.000 millones de dólares este año.
