SANTIAGO.- En su reunión de Política Monetaria del mes de noviembre, el Consejo del Banco Central (BC) decidió por una unanimidad reducir la tasa de interés de política monetaria en 25pb, ubicándola en 4,50% anual.
En la ocasión, y de acuerdo a la minuta dada a conocer esta mañana, dados los antecedentes conocidos desde la última Reunión, la División Estudios de al entidad presentó como opciones relevantes mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 4,75% o recortarla en 25 puntos base (pb) a 4,50%.
En el frente interno, todos los consejeros coincidieron en que las noticias acumuladas eran concordantes con el escenario previsto. En particular, confirmaban una desaceleración gradual de la actividad y de la demanda interna, que ahora se reflejaba en todos los componentes de la demanda final.
Al mismo tiempo, la inflación permanecía baja y las proyecciones de mercado apuntaban a que permanecería bajo 3% durante la mayor parte del horizonte de proyección.
Varios consejeros llamaron la atención sobre la diferencia entre la evolución del crecimiento de los sectores ligados a recursos naturales y el resto.
Además, destacaron que resultaba positivo que la actividad vinculada al sector de recursos naturales creciera más rápido que la del resto de los sectores, toda vez que estos últimos evolucionaban con particular moderación y eran los más relevantes para efectos de la política monetaria.
Varios consejeros resaltaron el comportamiento de la cuenta corriente, cuyo déficit había disminuido, lo que iba en la dirección correcta y deseada.
Todos los consejeros llamaron la atención sobre la evolución del mercado laboral, que pese a la desaceleración de la actividad y la demanda, seguía dando señales de estrechez.
Alza del dólar
Todos los consejeros mencionaron la depreciación del peso en el último mes. Uno de los expertos apuntó que, en la medida que este patrón se mantuviera, esta depreciación, tanto respecto del dólar como en términos multilaterales, debería facilitar la convergencia de la inflación a 3% a mediano plazo.
En tanto, un consejero destacó que la depreciación del peso era un movimiento que, si bien era complicado de explicar, no podía desconocerse que iba en la dirección deseada.
Escenario internacional
En el escenario internacional, todos los consejeros coincidieron en que este se apreciaba más tranquilo luego de las turbulencias causadas por las dificultades para alcanzar un acuerdo fiscal en EE.UU.
Al mismo tiempo, concordaron en que se habían ido asentado perspectivas de un crecimiento lento, pero algo mejor, para las desarrolladas y uno algo menor para las emergentes.
Un consejero destacó los lineamientos dados a conocer por las autoridades chinas, apuntando que si bien no se conocían muchos detalles, ellos iban en búsqueda de reforzar el rol de los mercados en la transición hacia un crecimiento más basado en el consumo que la inversión.
Todos los consejeros coincidieron en destacar las bajas presiones inflacionarias que se observaban a nivel mundial. Uno de los consejeros agregó que el bajo nivel de la inflación en las economías desarrolladas había incentivado aún más el debate sobre el grado de expansividad de la política monetaria.