PARÍS.- Este sábado, segunda y última jornada de trabajo de los dirigentes que participan en la cumbre franco-africana de París dedicaron la discusión al desarrollo económico y al establecimiento de una posible alianza entre africanos y europeos para lograr un acuerdo internacional sobre el cambio climático en 2015.
Unos cuarenta jefes de Estado y de Gobierno participan en esta cumbre, en la que en total están representados 53 países africanos (algunos a nivel ministerial) organizada por el presidente francés, François Hollande, que en la jornada de ayer estuvo marcada por un homenaje al fallecido ex Presidente sudafricano Nelson Mandela.
Esta mañana la primera reunión estaba dedicada a la cooperación económica entre África y Francia, que Hollande quiere consolidar en un momento en que su país pierde peso sobre todo por la irrupción cada vez más evidente de los países emergentes, y en especial de China.
Los franceses son conscientes de que en los últimos años buena parte de los países africanos han dejado de ser meros receptores de asistencia para paliar la miseria, para convertirse en socios económicos importantes, con un crecimiento medio anual del 5 % y una clase media que empieza a tener una importante dimensión y que tiene cada vez más capacidad de consumo.
La segunda sesión estará dedicada a la evaluación de los problemas que acarrea y va a acarrear el cambio climático para África, que para muchos expertos va a ser el continente más negativamente afectado, y sobre todo al diseño de una estrategia común de sus países con los europeos en la escena internacional.
El objetivo de Hollande es que la Unión Europea y los africanos trabajen juntos de cara a la cumbre sobre el cambio climático que él mismo organizará en París en 2015 para intentar lograr entonces un acuerdo vinculante de carácter universal.
Para asociar a los africanos con esa meta, la condición asumida es crear mecanismos de financiación del desarrollo sostenible.
Ayer, el tema fue el que da nombre al conjunto de la cumbre, la paz y la seguridad en África, y fue la ocasión para que el presidente francés apostara por la creación de una fuerza de intervención rápida africana que cuente con contribuciones nacionales para hacer frente a situaciones de emergencia.
Francia, que desde el jueves por la noche se ha lanzado a una nueva intervención en ese continente, en concreto en la República Centroafricana, después de haberlo hecho en Mali a comienzos de año, se ha marcado como meta que en el futuro sean fuerzas africanas las que puedan garantizar la seguridad en África.
Para lograrlo, Francia está dispuesta a implicarse en la formación de 20.000 soldados africanos durante un lustro y a poner consejeros político-militares al servicio de las organizaciones de cooperación africana CEDEAO y CEEAC.
La cumbre termina con un almuerzo y a continuación con una conferencia de prensa en la que además de Hollande estarán representadas la UE con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, la ONU con su secretario general, Ban Ki-moon, y la Unión Africana con su presidente, el primer ministro etíope Hailemariam Desalegn.
Una vez cerrado ese capítulo franco-africano, se iniciará en el mismo Palacio del Elíseo una mini-cumbre informal sobre la crisis en la República Centroafricana.
En torno a Hollande se darán cita los países vecinos de la República Centroafricana, representada por su primer ministro de transición, Nicolas Tiangaye.