BERLÍN.- El Instituto de Macroeconomía e Investigación Coyuntural (IMK) alemán, ligado a los sindicatos, estima que la mayor economía europea crecerá un 1,2% en 2014 gracias al consumo privado y las inversiones empresariales.
Así lo explicaron hoy en rueda de prensa varios expertos del IMK, en la que mantuvieron sus estimaciones de crecimiento del pasado octubre pese al cambio de gobierno y la llegada a Berlín de novedades políticas de mano de una gran coalición de conservadores y socialdemócratas.
"Pronosticamos una mejora de la situación económica, pero no de una crecimiento autosuficiente,” aseguró Gustav Horn, economista jefe del IMK, que advirtió de los persistentes riesgos a la baja que amenazan a Alemania ligados a la coyuntura global.
A su juicio, el “soporte central” de la economía va a seguir siendo el desarrollo del mercado laboral y el aumento de los salarios, ayudado por el repunte de las inversiones de las empresas tras una “larga fase de debilidad”.
Los expertos de este instituto vinculado a la fundación sindical Hans Böckler prevén que tras la caída del 1,8% de este año, las inversiones se incrementarán en un 5,5 % el que viene.
Por su parte, el crecimiento de las exportaciones -tradicional puntal de la economía alemana- será del 0,1% este año y del 4,5% el próximo.
Las previsiones del IMK apuntan que el número de desempleado se situará en 2014 en los tres millones, casi 50.000 más que este año, con lo que la tasa de personas sin empleo volverá al 7% tras permanecer por debajo de ese porcentaje en 2012 (6,8%) y 2013 (6,9%).
"El crecimiento es lo suficientemente fuerte como para lograr un aumento de la población empleada, pero demasiado débil como para reducir la tasa de desempleo si de forma paralela crece la población activa y la inmigración,” argumentó Horn.
La inflación cerrará los dos ejercicios a estudio en el 1,5%, ligeramente por debajo del objetivo a largo plazo del Banco Central Europeo (BCE), según este centro de estudios alemán.