BEIJING.- China, el mayor consumidor de carne del mundo, podría duplicar sus importaciones de carne vacuna para 2018, ya que los consumidores pueden permitirse comprar más productos que juzgan más seguros y sanos, según Rabobank International.
Las importaciones desde el extranjero podrían exceder las 500.000 toneladas porque la producción local no alcanza a satisfacer la demanda, dijo en una entrevista Pan Chenjun, analista de Beijing. El consumo de productos de cerdo procesados subirá más de 10% al año, agregó.
Un aumento de la demanda china de carne de más alto precio ayudará a productores de carne vacuna, como Australia y Brasil, y beneficiará a procesadores como Tyson Foods Inc. y Smithfield Foods Inc., propiedad de Shuanghui International Holdings Ltd., con sede en Hong Kong. La semana pasada, China dijo estar buscando un acuerdo para reanudar las importaciones de EE.UU. para julio de 2014, las que fueron prohibidas en 2003.
"China tiene una escasez estructural de carne vacuna", desde que las pérdidas de 2006 llevaron a los productores a sacrificar rebaños, dijo Pan el 23 de diciembre. El aumento de los precios de los granos y el largo ciclo de crecimiento del ganado han impedido un pronto repunte de la producción, añadió.
Las importaciones de carne vacuna en los primeros 10 meses del año sumaron 253.196 toneladas, frente a 38.251 toneladas en 2012, según datos de la Federación de Exportadores de carne de EE.UU. Aunque el crecimiento este año fue excepcional a causa de la escasez local, las importaciones pueden dispararse nuevamente si los precios de la oferta extranjera caen, dijo la analista.
Crecimiento robusto
Habrá "un crecimiento constante y robusto" en la demanda china de carne vacuna en los próximos cinco años, dijo Joel Haggard, vicepresidente de la Federación de Exportadores de Carne de EE.UU. para la región de Asia-Pacífico, por teléfono desde Hong Kong. "Una tasa de crecimiento de 10% al año es muy realista".
China podría querer agregar a EE.UU. como proveedor para contribuir a diversificar sus fuentes, dijo Pan. El país prohibió la carne vacuna de EE.UU. desde un brote de enfermedad de la vaca loca en 2003. También está estudiando la prohibición de la carne brasileña, dijo el ministro de agricultura, Antonio Andrade, el 8 de noviembre.
Los consumidores comerán más carne procesada porque un estilo de vida más urbano exige buscar la conveniencia, lo que beneficia a Shuanghui y compañías extranjeras que pueden satisfacer los gustos de los consumidores chinos, dijo Pan. El gasto en productos cárneos subirá, según pronósticos, más de 10% al año en los próximos cinco años, superando un incremento anual de los volúmenes de 2%, lo que indica que las personas compran productos más caros, dijo.