LA HABANA.- El Gobierno de Cuba flexibilizó con nuevas tarifas de préstamos y plazos de pago la política de créditos que estrenó en 2011 con el fin de "incentivar" más la demanda de financiamientos de pequeñas empresas, informaron hoy medios oficiales.
Desde que la política crediticia arrancó hace dos años hasta la fecha, el Banco Central de Cuba (BCC) ha concedido más de 218.400 créditos a personas naturales, pero solo unas 550 han sido trabajadores autónomos, principal segmento para el que fue diseñada la medida, según datos ofrecidos hoy por el diario Juventud Rebelde.
Ante ese panorama, la nueva resolución publicada este sábado en la web de la Gaceta Oficial de Cuba admite que "resulta necesario actualizar la citada norma a fin de incentivar el otorgamiento de financiamientos a las personas naturales autorizadas a ejercer el trabajo por cuenta propia y a otras formas de gestión no estatal".
En concreto, el BCC ha bajado la cifra de créditos mínimos para financiar actividades del sector no estatal de 3.000 pesos cubanos (125 dólares) a 1.000 (unos 42 dólares).
Asimismo, extendió de cinco a diez años el plazo para honrar los préstamos en algunos casos y determinó que los presidentes de bancos tendrán "excepcionalmente" la prerrogativa de autorizar créditos "por importes inferiores y plazos superiores a los establecidos" por la ley.
Juventud Rebelde consideró que la medida "alivia tensiones" para los trabajadores privados que "temen endeudarse mucho y no poseen suficientes garantías para respaldar su solicitud de crédito o piensan que el emprendimiento no les dará las ganancias suficientes para grandes empréstitos".
La nueva política crediticia acompaña la ampliación del sector privado y el fomento de las cooperativas, como parte de las reformas impulsadas por el presidente Raúl Castro para "actualizar" el socialismo cubano y superar la crisis económica de la isla.
Establecida en diciembre de 2011, la normativa surgió con el objetivo de permitir la financiación bancaria al sector no estatal con tal de dinamizar el trabajo autónomo, la producción agropecuaria, la rehabilitación de viviendas y otras gestiones.
Antes de la nueva resolución anunciada hoy, el BCC ya había establecido en los últimos meses otras facilidades para atraer al sector privado, como la simplificación de trámites, plazos sin recargos para los autónomos que se iniciaban en ese tipo de empleo, y variadas opciones de garantía de pago.
No obstante, la mayoría de los financiamientos demandados por los cubanos van dirigidos a "acciones constructivas en las viviendas", y no a la inversión o el desarrollo de negocios autónomos.
El periódico señaló hoy que en ese panorama pueden influir desde la falta de cultura crediticia hasta "dudas" o "incertidumbres", "pero también conveniencia".
En ese sentido, Juventud Rebelde resaltó que hasta ahora el sector privado ha usado fundamentalmente "como fondos originales los ahorros y el valor de los bienes personales acumulados, la ayuda solidaria de familiares y amigos, incluidas las remesas y otros soportes".