BUENOS AIRES.- La economía argentina crecerá este año en línea con las estimaciones del Gobierno, que espera una expansión del 6,2%, dijo el Banco Central, ratificando una meta que está muy por encima de las previsiones del mercado.
La entidad agregó en su informe de objetivos para 2014 que el superávit comercial del país sudamericano rondaría los 10.000 millones de dólares, el mismo que se espera del año pasado.
"Se proyecta que el crecimiento del PIB estará en línea con los supuestos del Presupuesto Nacional 2014", dijo la entidad en su informe.
El presupuesto 2014 prevé un crecimiento del 6,2% para el Producto Interno Bruto argentino. El año pasado, el PIB se habría expandido un 5,1% tras la brusca desaceleración que sufrió en 2012 cuando apenas se incrementó un 1,9%.
Sin embargo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) espera que la economía argentina crezca apenas un 2,6% en 2014, mientras que analistas sondeados por Reuters pronosticaron una mediana del 2,0%.
La tercera economía latinoamericana está siendo golpeada por una de las tasas de inflación más altas del mundo, un tipo de cambio artificialmente elevado que dañó la competitividad de sus exportaciones y débiles niveles de inversión extranjera por el temor que despiertan las políticas intervencionistas del Gobierno peronista.
Además, una crisis cambiaria, que llevó a la presidenta Cristina Fernández a imponer un control de cambios a fines del 2011 para frenar una fuga de capitales, derrumbó un 30% las reservas del Banco Central el año pasado.
El Gobierno usa las reservas de la entidad para cubrir sus gastos en dólares.
La credibilidad de las estadísticas oficiales argentinas, especialmente la de los precios al consumidor, está puesta en duda debido a denuncias de manipulación realizadas por economistas, trabajadores estatales y políticos opositores.
El Banco Central no dio un pronóstico sobre la variación de los precios al consumidor en 2014, aunque dijo que sería "decreciente".
Economistas esperan que la inflación se acelere este año hacia niveles del 30% anual desde el 25 por ciento que habría acumulado en el 2013. El Gobierno sólo reconoce un alza en los precios minoristas que ronda el 10%.