TOKIO.- El Banco de Japón (BOJ, por sus siglas en inglés) mantuvo el miércoles su política monetaria estable y conservó su optimista estimación de la inflación a los consumidores, sugiriendo que no hay un cambio inminente de política monetaria en el horizonte a medida que se expanda la recuperación económica del país.
La debilidad del yen, que aumenta los costos de las importaciones, ha ayudado a Japón a superar la mitad del camino hacia su meta de una inflación de un 2%, luego de que los precios subieron un 1,2% en noviembre respecto al año previo.
Si bien el mercado no está seguro de si la inflación seguirán acelerándose, las recientes ganancias de los precios y las señales de fortaleza económica han dado más seguridad a los miembros del banco central de que Japón va camino a cumplir su meta de precios.
El BOJ, que anunció un enorme estímulo a comienzos del 2013, prefiere no adoptar más medidas expansivas a menos que surja evidencia clara de que el alza del impuesto a las ventas en abril provocó más daños que lo previsto.
Como muchos esperaban, el BOJ votó de forma unánime por mantener su promesa de aumentar la base monetaria, o efectivo y depósitos en el banco central, a un ritmo anual de 60 billones a 70 billones de yenes (575.000 millones a 671.000 millones de dólares).
En una revisión trimestral de sus proyecciones a largo plazo, el BOJ mantuvo su previsión de que la inflación subyacente a los consumidores alcanzará un 1,3% en el año fiscal a partir de abril y se acelerará a un 1,9% en el año siguiente.
"La economía de Japón sigue recuperándose de manera moderada con los consumidores adelantando el gasto antes del alza del impuesto a las ventas", dijo el banco central, agregando que espera que la inflación a los consumidores se mueva entre un 1,0 a un 1,5% por el momento.
El miembro del directorio del BOJ, Sayuri Shirai se opuso a una parte de la evaluación económica del banco central, diciendo que el ritmo de mejoría de las condiciones laborales y salariales debe ser mencionado entre los riesgos para el panorama económico.
El BOJ ofreció una intensa inyección de estímulo monetario en abril del año pasado, prometiendo que aceleraría la inflación a un 2 por ciento dentro de unos dos años a través de una agresiva compra de activos en un país estancado en una deflación durante 15 años.
La economía posiblemente vivirá un auge hasta marzo, debido a que los consumidores buscan adelantarse a un aumento de impuesto a las ventas, y muchos analistas comparten la visión del BOJ de que los problemas generados por el alza tributaria serán temporales.