SAN ANTONIO.- Los sindicatos de las tres empresas concesionarias de los sitios del puerto de San Antonio adhirieron anoche al reinicio del paro tras un día de desencuentros entre los dirigentes del Sindicato Fetrampec y los representantes de la empresa Puerto Central (PCE), ligada al Grupo Matte.
Según informa el portal Soy Chile, el secretario del Frente de Trabajadores Portuarios (FTP), Raúl González, confirmó que fracasaron las conversaciones con la empresa Puerto Central luego que surgiera un conflicto debido a un supuesto incumplimiento del acuerdo tripartito al que se llegó el sábado en la mesa de diálogo.
Las gestiones para zanjar las diferencias incluyeron una reunión de emergencia efectuada esta mañana entre el vocero del FTP, Sergio Vargas, y el gerente general de PCE, Rodrigo Olea. Sin embargo, al término de dicho encuentro las posturas se distanciaron aún más.
Según González, Puerto Central quiso cambiar las condiciones en que los trabajadores volverían a sus faenas, lo que implicaría una modificación en el sistema de selección de los portuarios que cumplen turnos en dicho terminal, lo que se conoce como la nombrada.
"Ellos (Puerto Central) quieren determinar quiénes, cuántos y cómo trabajan; y esa condición no estaba antes de esta movilización", recalcó el dirigente.
En la contraparte, la empresa confirmó, a través de una declaración pública, que está comprometida y va a cumplir con el acuerdo de la mesa de diálogo, pero además ofreció distintas alternativas de trabajo para los operarios del sitio Costanera Espigón.
Así es como Puerto Central dispuso de 100 plazas de contratación inmediata, y otra 150 para una "lista preferente" de trabajadores, lo que fue rechazado por los dirigentes sindicales, que respondieron con una carta enviada al gerente general, Rodrigo Olea.
Raúl González declaró que al paro adhirieron los trabajadores de San Antonio Terminal Internacional, Puerto Panul y Puerto Central.
Así también el dirigente recalcó que el "paro no es por plata" sino para que se respete lo que se había firmado con el Gobierno y las empresas portuarias. Anticipó que el movimiento se transformará en una paralización nacional, que ya cuenta con el respaldo de timoneles de la Unión Portuaria de Chile.