PARÍS.- El fisco francés decidió reclamar 1.000 millones de euros (1.300 millones de dólares) a Google por los mecanismos que el gigante estadounidense de internet utiliza para evadir impuestos a través de filiales en el extranjero.
Según reveló el semanario francés Le Point, que en su sitio internet citó a una fuente gubernamental francesa y a otra parlamentaria, explicó que la Dirección General de Impuestos exige a la empresa esa cantidad, un pago que puede todavía tardar.
El Ministerio de Hacienda, que se ha marcado el objetivo de recaudar este año 2.000 millones de euros suplementarios en la lucha contra el fraude fiscal, no ha querido comentar públicamente este caso como lo hace siempre, amparándose en el secreto al que tienen derecho los contribuyentes.
El contencioso se inició hace ya varios años y dio lugar a un registro de los inspectores del fisco en la sede de Google Francia el 30 de junio de 2011, durante el que se requisaron una serie de documentos como facturas, correos y contratos que permitieron aclarar la estrategia de la denominada "optimización fiscal" de Google.
La empresa -siempre según Le Point- declara en Francia menos de 150 millones de euros de facturación con el argumento de que los vínculos publicitarios de su motor de búsqueda están domiciliados en Irlanda, lo que le llevó a pagar únicamente 5,5 millones de euros en 2011 en el primero de esos países.
La operación contra Google debería ser la primera de una serie de controles a los grandes grupos de internet que son objeto de otros contenciosos por los mecanismos a los que recurren para declarar su actividad fuera de Francia, en países con una presión fiscal muy inferior.
Por otro lado, Google fue multada a pagar 150.000 euros en Francia por no respetar las reglas en materia de confidencialidad, una sanción que recurrió el mes pasado.