SANTIAGO.- El 2013 el consumo de agua embotellada en Chile llegó a 393 millones de litros. Esto representa 22 litros de consumo per cápita, cifra que hace diez años sólo llegaba a los 7 litros por habitante, según un estudio de la Asociación Nacional de Bebidas Refrescantes (Anber).
Según Germán Arellano -conocido por su participación en empresas como Aguas Benedictino, y T-Company, y hoy director de Vertientes del Pacífico S.A, que incorpora el agua Ocho Vertientes- la cifra actual se debe a cinco variables que se han estado gestando en la última década pero sobre todo los últimos tres años, explicó a Emol.com.
En primer lugar, Arellano explica que en relación a los hábitos de la población, existe una tendencia en las personas de consumir productos más saludables: "quien tomaba bebidas de fantasía azucaradas ha ido migrando al agua".
En segundo lugar, el crecimiento económico del país y la menor tasa de desempleo en los últimos diez años han sido indicadores que han agilizado el acceso a bienes de consumos más sofisticados, como el agua embotellada. "Este tipo de agua en el país aún no es un bien de consumo básico. Aunque tiene mayor valor que un bien de canasta, tampoco es de lujo", agrega el ejecutivo.
El tercer efecto, es la conciencia que se ha tomado respecto de la obesidad. "Los niños comen pan y toman bebida de fantasías. Las mamás están mejorando esos hábitos migrando a aguas libres de azúcar", explica el empresario.
En cuarto lugar, las campañas de los gobiernos como "elige vivir sano" han generado conciencia en los colegios de que los alumnos empiecen a considerar que tomar agua "es rico y ya no es fome".
Como última variable, Arellano -quien dice ser uno de los cuatro en el mundo que tiene el secreto de la purificación del agua-, declara que la gente hoy está más informada, producto de la labor de las redes sociales y los medios de comunicación: "Hoy los chilenos están entrando a este mercado porque tienen conciencia de que el agua domiciliaria no es buena para la salud (…) El agua no va a cambiar, la gente se informará más de lo que contiene ésta y la dejará de tomar. Va a entender y asumir que 'lo que queda en la tetera lo tienen que filtrar sus riñones'".
2014 y futuro
"Metiendo en una licuadora las variables recién nombradas, Chile debería llegar a fines de 2014 a un consumo en torno a los 450 millones de litros de agua embotellada. Así en 2016 se alcanzaría un consumo superior a los 500 millones. Así, Chile debería en los próximos años superar los 25 a 30 litros per cápita en consumo", proyecta el director de Vertientes del Pacífico S.A.
Escenario externo y latinoamericano
EE.UU. y Europa consumen sobre los 100 litros per cápita de agua embotellada al año. Según Arellano, esta situación se genera por la conciencia que poseen esos habitantes de que el agua domiciliaria, si bien es potable "no debe ser bebida". "En estos países, su uso va directamente destinado al jardín, lavado de cuerpo o ropa, baño, etc. En este caso, la situación económica permite que parte de la canasta de consumo vaya a productos de mayor valor, como el agua", explica.
"En Europa en general, donde se consumen entre 120 y 125 litros per cápita, han ido sofisticando su nivel de consumo, como por ejemplo, con la existencia del agua de los Alpes. Ya casi miran el agua como de qué 'cepa' es, al igual como sucede con los vinos".
Aún así, en relación a los vecinos latinoamericanos, Chile se ubica entre los países con más consumo de agua envasada. Argentina supera a Chile con 60 litros per cápita. Así, pese al crecimiento del consumo de agua procesada en Chile en la última década, el empresario señaló que el país aún "está en pañales. Nuestro país consume casi un 20% de lo ingieren los otros países desarrollados".