Jens Weidmann, presidente del Bundesbank.
EFE (archivo)SIDNEY.- Mientras representantes del G20 discuten en Australia con el fin de intentar acordar metas que impliquen un crecimiento global más rápido a partir de 2014, el presidente del Banco Federal de Alemania (Bundesbank), Jens Weidmann, no disimuló su escepticismo en cuanto a las posibilidades de conseguir dicho objetivo.
Al mismo tiempo, puso atención sobre los límites que existen en torno a la posible coordinación entre los bancos centrales más grandes del mundo.
Las principales 20 economías del mundo podrían acordar fijar una ambiciosa meta para un crecimiento global más rápido en la cita que se lleva a cabo este fin de semana en Sidney. El país anfitrión pidió avanzar en la coordinación de políticas para evitar "sorpresas" que podrían generar efectos negativos en los mercados emergentes.
"Soy escéptico sobre la coordinación de política monetaria dentro del G-20", declaró Weidmann luego del inicio de la reunón.
El ejecutivo enfatizó que tal coordinación es difícil debido a que cada emisor debe actuar según su propio mandato, aunque ello no implica que los bancos centrales no estén observando las consecuencias de sus acciones en otros países.
Al mismo tiempo, consideró que fijar metas de crecimiento cuantitativas a nivel del G-20 es "problemático, en mi opinión". Tales objetivos suelen ser muy ambiciosos, pero no son obligatorios ni realizables para los países, indicó.
No obstante, dio la bienvenida a las iniciativas del G-20 para mejorar el crecimiento global y las perspectivas de empleo.
Weidmann enfatizó que también cabe responsabilidad en este escenario a los países emergentes, los que deberían adoptar reformas estructurales para contrarrestar la reciente volatilidad en los mercados.