Cristina Fernández, Presidenta de Argentina.
APBUENOS AIRES.- La Presidenta de Argentina realizó una enfática defensa del rumbo económico de su gobierno, al tiempo que criticó duramente a empresarios y cuestionó a la Justicia, en el discurso de apertura del 132 período de sesiones ordinarias del Poder Legislativo.
El discurso de la Presidenta argentina –que se prolongó por casi tres horas y fue pronunciado sin leer, sólo con el apoyo de algunos documentos- estuvo marcado por los temas económicos, en momentos en que el país sufre fuertes turbulencias debido al alza de precios y la devaluación del peso, además del sinceramiento de la inflación y la desaceleración del consumo en los últimos meses.
"La economía ha vuelto a crecer", sostuvo Fernández, vestida de blanco para la ocasión.
"Completamos el período más virtuoso de nuestros 200 años como nación", agregó antes de remarcar que "el mayor elemento para reducir la pobreza en la Argentina no fueron las transferencias de recursos desde el sector público, sino el surgimiento del trabajo legal y registrado". Como ejemplo resaltó que en el último trimestre la desocupación fue del 6,4%, "el índice más bajo del que se tenga memoria".
En la antesala de las paritarias que se celebrarán este mes y que preocupan sobremanera al gobierno, Fernández le hizo un guiño al sindicalismo, al resaltar su rol histórico como "uno de los pilares fundamentales que ha permitido generar una clase trabajadora que lucha por sus derechos, que tiene memoria colectiva y que no permite retrocesos".
De todas formas, dedicó críticas a los docentes, que están en discusión con el gobierno por el aumento salarial de este año. "No puede ser que cada año sea un parto el inicio de clases por la discusión salarial", dijo.
Paralelamente, pidió a los empresarios que "valoren el enorme esfuerzo de estos años" y advirtió que "no hay justificación para aumentos de precios que no condicen con la realidad y saquean el bolsillo de los argentinos".
En ese sentido, y en el marco de la lucha por poner freno a la inflación, volvió a defender la campaña "Precios Cuidados" (valores acordados para algunos productos de la canasta familiar) e instó a los legisladores a "sancionar instrumentos que defiendan de una buena vez a los usuarios y consumidores de los abusos de los sectores concentrados, monopólicos y oligopólicos".
Nuevamente apuntó contra los empresarios. "¿Por qué no ponerle el hombro al país para continuar con este modelo de crecimiento?", les preguntó. Además, aludió a "aquellos que han intentado en estos años torcer el rumbo, inexplicablemente, porque cuando uno ve los balances y lo que han ganado es inexplicable que quieran matar a la gallina de los huevos de oro".
Mano dura contra la inflación
Kirchner puso al combate contra la inflación como eje de sus últimos 20 meses de gobierno, al anunciar leyes para castigar abusos en la fijación de precios.
La Mandataria dijo que enviará iniciativas de "leyes para castigar los abusos contra los consumidores cometidos por monopolios y oligopolios", en un país donde la inflación es el mayor problema de la economía, según consultoras que la pronostican en más del 30% en 2014.
"¡Cuiden los precios, no permitan que les roben!", exhortó luego a millares de sus partidarios afuera del palacio legislativo al terminar un mensaje en el que exaltó a su propio gobierno al mencionar informes de organismos de la ONU y el Banco Mundial que destacan el gasto social y al plan "Precios Cuidados", una canasta acordada con empresas para 200 productos de primera necesidad.
El ministro de Economía y estrella del gabinete, Axel Kicillof (42), acaba de normalizar las desprestigiadas estadísticas de costo de vida, en acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al revelar un 3,7% de alza sólo en enero, el primer indicador oficial creíble en los últimos siete años.
Tras capear un temporal cambiario con medidas que profundizaron el viraje de su gobierno hacia la ortodoxia monetaria, la Presidenta dijo que desde su primer mandato en 2007 soportó "ocho corridas cambiarias, que causaron una fuga de capitales de US$ 60.000 millones".