TOKIO.- La debacle sufrida por el hasta hace poco popular sitio especializado en bitcoins Mt.Gox, que puso serias dudas sobre la viabilidad de esa "moneda" virtual, se convirtió en un puzzle para las autoridades japonesas que buscan la manera de intervenir en el caso.
Así lo admitió el ministro de Finanzas nipón, Taro Aso, quien reconoció este martes que no sabe cómo actuar debido a la falta de regulación en este tema.
"No sabemos si (el fracaso económico de Mt.Gox) es un delito o simplemente una bancarrota, y no sabemos qué ministerio o agencia debería hacerse cargo del caso", aseguró el secretario de Estado, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
Dificultades para reunir a acreedores
La compañía con sede en Tokio, que era considerada uno de los mayores mercados mundiales de la moneda virtual, con más de 100.000 clientes, se declaró en quiebra el viernes, tras denunciar la desaparición de 850.000 bitcoins por una falla en su sistema.
Según medios nipones, 99% de los acreedores no son japoneses y residen fuera de ese país.
Este escenario dificulta la convocatoria de una reunión de acreedores, el primer paso legal establecido para un proceso de quiebra, que normalmente tiene lugar una semana después de abrirse el proceso ante los tribunales de Japón.
El proceso legal también se ve obstaculizado por la complejidad de estimar el valor del bitcoin, una moneda de alta volatilidad que no está regulada.
La divisa electrónica, que hoy se cambia a entre 600 y 700 dólares la unidad, se ha movido en el último año entre los 100 y los 1.200 dólares.
El consejero delegado de Mt.Gox, el francés Mark Karpeles, anunció el pasado viernes un desfase en sus cuentas de casi 3.000 millones de yenes. Además, reveló la desaparición de 850.000 bitcoins, detectada a principios de febrero.
De ellos, 750.000 pertenecían a sus clientes y el resto a la compañía, que cifró su pérdida en 11.400 millones de yenes por el supuesto ataque de hackers.