YPF, empresa petrolera estatal de Argentina.
BLOOMBERGBUENOS AIRES.- Las explosiones sacuden el depósito de petróleo de esquisto en Vaca Muerta, a 3.100 metros de profundidad bajo el desierto en el oeste de Argentina, rompiendo las formaciones de roca subterráneas.
Los trabajadores petroleros, que desafían un calor de 40 grados Celsius y enjambres violentos de tábanos, manejan una batería de enormes bombas que funcionan con un gran estruendo. Empujan un tubo gelatinoso de agua, sustancias químicas y arena a través de las aberturas creadas por la explosión para poder extraer el petróleo.
"¡Éxito!" grita Osvaldo Alarcón, que supervisa la fractura hidráulica para el propietario del yacimiento, YPF SA, el productor petrolero estatal de Argentina. Sus trabajadores se alegran. "El centro de la tierra es nuestro", dice, según informa la revista Bloomberg Markets.
El equipo de Shale Oil 28, o SOIL 28, como se conoce este tramo, se halla al frente del esfuerzo que realizan algunas de las empresas de energía más grandes del mundo para desenterrar la riqueza oculta de Vaca Muerta. Esta capa de roca subterránea del tamaño de Bélgica, que lleva el nombre de una cadena montañosa cercana, proporciona a Argentina el cuarto depósito más grande de petróleo de esquisto del mundo, detrás de los Estados Unidos, China y Rusia.
El gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha invitado a compañías petroleras extranjeras a colaborar en las iniciativas de exploración por parte de YPF, una empresa que en 2012 su administración confiscó a Repsol SA, su sociedad matriz española.
Shell, BP
En 2013, Chevron Corp. aceptó invertir US$ 16.000 millones para perforar 1.500 pozos en los 290 kilómetros cuadrados de Vaca Muerta, propiedad de YPF –empezando por la zona que rodea a SOIL 28-.
Royal Dutch Shell Plc, BP Plc y Total SA de Francia, proyectan invertir miles de millones de dólares para buscar y producir petróleo en Vaca Muerta.
Ernesto López Anadón, presidente del Instituto Argentino de Petróleo y Gas, dice que Argentina podría convertirse en el cuarto productor de petróleo de esquisto más grande del mundo si toma decisiones inteligentes.
"Argentina está sentada sobre un potencial de prosperidad energética", dice López. "Si se organiza y no lo desperdicia".
Veinticinco kilómetros al oeste de SOIL 28, otro yacimiento de Vaca Muerta sobre petróleo de esquisto que espera ser explotado ha permanecido inactivo durante la mayor parte de los últimos seis años.
Mata Mora
La concesión para la exploración petrolera en Mata Mora es propiedad de Andes Energía Plc. El mayor accionista individual de la empresa con sede en Londres es José Luis Manzano, que llegó a desempeñarse como presidente de la bancada mayoritaria en la Cámara de Diputados del Congreso Nacional de Argentina y como ministro del Interior durante la presidencia de Carlos Menem desde 1991 hasta 1992.
En 2006, el gobierno de la provincia de Neuquén otorgó a una empresa controlada por Manzano una participación en la concesión sin ningún pago por adelantado, cuando la administración del ex presidente Néstor Kirchner autorizó la licencia para exploración petrolera.
En 2013, el yacimiento de Mata Mora no produjo ni petróleo ni gas, mientras que el yacimiento cercano de Loma Campana, de YPF, donde Chevron está perforando, produjo 272.000 barriles de crudo, muestran registros de la secretaría de Energía.
Manzano, de 58 años, encabeza uno de siete grupos de ex funcionarios de gobierno anteriores y miembros del movimiento peronista gobernante en Argentina que ganaron una parte de la riqueza energética del país en licitaciones de gobiernos provinciales, según una investigación del Senado argentino realizada en 2012.
33 concesiones
Ninguno de los ganadores contaba con la experiencia en el sector petrolero requerida para ser dueño de una concesión, dicen los legisladores que realizaron la investigación. Según el informe del Senado, Manzano controla cinco empresas que obtuvieron concesiones. Dichas empresas recibieron un total de 33 concesiones –más del doble que los demás oferentes, según los registros provinciales de las licitaciones.
Entre los otros beneficiarios figuran el ex director del Banco Central Daniel Peralta y Daniel Lalín, ex contador general de la ciudad de Buenos Aires.
En noviembre de 2012, Peralta y su esposa, Laura Peralta, fueron hallados muertos en charcos de sangre en su casa de Scottsdale, Arizona. La policía de Scottsdale dice que Peralta mató a su mujer y luego se quitó la vida.
Lalín dice que utilizó contactos de muchos años en el movimiento peronista para obtener las concesiones petroleras.
"Los contactos son todo en el Peronismo", dice Lalín. "La experiencia petrolera ayuda, pero lo importante son los contactos".
Las concesiones petroleras son una fuerza poco publicitada y mal comprendida detrás del caos económico que domina actualmente en Argentina.
Importar energía
Después de 11 años de gobierno de Néstor Kirchner –que ejerció de 2003 a 2007 y murió en 2010- y de su viuda y sucesora, Cristina Fernández, el petróleo se ha convertido en un recurso subdesarrollado más en un país bendecido con un suelo fértil, una abundancia de minerales y el cuarto stock ganadero más importante del mundo.
Hace cuatro años, Argentina era un exportador neto de petróleo y gas. Hoy, importa una quinta parte de su energía.
"Importar 20% de nuestra energía está destruyendo la economía, y es necesario un cambio de 180 grados", dice Juan José Aranguren, máximo responsable ejecutivo de la unidad argentina de Royal Dutch Shell.
En Mata Mora, que abarca 22.800 hectáreas de la reserva de Vaca Muerta, una empresa controlada por Manzano en Argentina integró un grupo que obtuvo los derechos de exploración petrolera en una licitación en Neuquén en 2006. Los ganadores de la licitación prometieron invertir US$3 millones en un plazo de tres años para buscar petróleo, dice Nigel Duxbury, uno de los directores de Andes Energía.
Promesas incumplidas
No cumplieron esa promesa, dice Guillermo Coco, secretario de Energía de Neuquén, cuya dependencia vigila si los concesionarios realizan las inversiones en exploración requeridas. Andes Energía tiene actualmente la concesión.
Los trabajos en Mata Mora no se iniciaron hasta septiembre de 2011, cuando Andes Energía firmó un acuerdo con YPF que en ese momento era propiedad de Repsol. YPF fue la compañía petrolera nacional desde 1922 hasta 1999, cuando el gobierno vendió una participación mayoritaria a Repsol.
Andes Energía se está asociando con YPF para explorar más petróleo, dice Germán Ranftl, máximo responsable financiero de la compañía. Andes Energía le pagará a YPF 30% de su inversión con el dinero que obtenga de la producción de petróleo, dice Ranftl. Con ese acuerdo, Andes obtendrá aproximadamente el 30% de los ingresos futuros producto de la perforación.
La alianza Andes/YPF financió un pozo de 3.185 metros de profundidad en el esquisto con alto contenido de petróleo por un costo de US$ 11 millones, dice Duxbury. El proyecto fue considerado como un pozo de prueba y no un gran productor petrolero. El esfuerzo produjo unos 64 barriles de petróleo por día hasta el 16 de febrero de 2012, dice Andes.
Sin producir
Desde entonces, el yacimiento ha estado inactivo, sin producir una sola gota de petróleo en 2013, según la secretaría de Energía de Argentina. YPF, nuevamente en manos del Estado, proyecta explorar más petróleo y producir el máximo posible en Mata Mora, dice Ranftl.
El presidente de YPF, Miguel Galuccio, se negó a hacer comentarios para este artículo.