FRANKFURT.- El Banco Central Europeo presionará a los bancos para que cambien los modelos que usan para predecir pérdidas y para que consideren sus puntos de vista sobre la valoración de activos si el BCE no está conforme con sus evaluaciones de riesgo, revelando una postura agresiva en su revisión a los prestamistas del bloque.
El BCE está sometiendo a los 128 mayores bancos de la zona euro a una meticulosa revisión de sus carteras de crédito antes de convertirse en su supervisor en noviembre, en un intento por forzarlos a limpiar pérdidas ocultas y restaurar la confianza de los inversores en el sector.
Entre ahora y agosto, equipos de supervisores y auditores nacionales investigarán en promedio 1.250 archivos de crédito por banco -significativamente más para bancos de mayor tamaño- contra guías de orientación comunes que el BCE publicó el martes.
Durante el verano boreal habría una prueba para determinar cómo reaccionarían los bancos ante ciertos escenarios y todos los resultados serían divulgados en octubre. Las estimaciones para el déficit de capital de bancos oscilan entre 280.000 millones de euros y 770.000 millones de euros.
La magnitud de las pruebas no tiene precedentes. Los bancos de la zona euro nunca han sido medidos contra umbrales comunes y muchos nunca han visto sus libros escrutados en tanto detalle.
Una vez que los resultados sean conocidos, el BCE presionará a los bancos para que reflejen algunos de sus hallazgos en sus cuentas del 2014.