Detalle de la parte trasera del reconocido Tesla Model S, de Tesla Motors.
AFPSYDNEY.- Mientras crece la cantidad de estadounidenses conscientes en términos medioambientales que contribuyen a limpiar el aire comprando un Prius ecológico o un Tesla, en China cae una nociva forma de lluvia contaminada.
El vínculo es el grafito, un componente central de las baterías utilizadas en el Modelo S de Tesla, el Prius de Toyota y otros autos eléctricos, así como en aparatos electrónicos como los iPhones. En su mayor parte se extrae y procesa en China, donde la contaminación con grafito ensucia el aire y el agua, afecta las cosechas y genera temores relacionados con la salud. En respuesta, ahora las autoridades chinas cierran decenas de minas y procesadoras de grafito en un intento de limpiar el aire en momentos en que crece la demanda global del producto primario.
"Sin duda los chinos se encuentran entre la espada y la pared en lo que respecta al medio ambiente", dijo Josh Landess, un analista de transporte de Bloomberg New Energy Finance. "Es muy irónico que genere problemas en el sector de transporte y vehículos limpios".
El grafito es el más reciente de los puntos álgidos medioambientales en China, que han comprendido desde envenenamiento por plomo hasta derrames ácidos y un smog insoportable en las grandes ciudades. Si bien los cierres podrían contribuir a mejorar la calidad del medio ambiente de China, también podrían afectar la tercera parte de la producción mundial.
Los analistas no coinciden respecto del impacto de una abrupta declinación de la oferta de grafito. Simon Moores, un analista en Londres de Industrial Minerals Data, considera que el endurecimiento de la actitud de China podría elevar los precios un 30% este año. Otros dicen que hasta ese aumento tendría sólo un impacto mínimo en el precio total de los autos eléctricos, si bien podría desacelerar la declinación a largo plazo de los precios de las baterías.
La 'gigafábrica'
Se pronostica que el mercado de autos híbridos y eléctricos como el híbrido Prius de Totoya Motor Corp. y el Modelo S eléctrico de Tesla Motor Inc., así como de bicicletas eléctricas, crecerá en el transcurso de esta década impulsado por la demanda de vehículos más verdes.
A efectos de seguir el ritmo de la demanda, Tesla planea invertir US$ 5.000 millones en la construcción de una fábrica para producir baterías para sus autos eléctricos de lujo, dijo la compañía el mes pasado. El proyecto, apodado la "gigafábrica", sería la mayor operación de ese tipo en el mundo, según el máximo responsable ejecutivo, Elon Musk.
Cada auto eléctrico contiene unos 50 kilos de grafito. Los autos híbridos usan unos 10 kilos, las bicicletas eléctricas utilizan 1 kilo, las laptop tienen alrededor de 100 gramos, mientas que los teléfonos móviles usan unos 15 gramos, según Anthony Pandolfo, del departamento de ingeniería de materiales de la Universidad Monash. El crecimiento y la diversidad de los aparatos electrónicos impulsarán la demanda de baterías recargables, según Lux Research.