Además de los arrestos, el juez responsable por la operación ordenó la incautación de varios inmuebles de lujo, tres hoteles, vehículos y joyas.
EFERIO DE JANEIRO.- La Policía Federal desmontó este lunes una banda acusada de haber lavado cerca de 10.000 millones de reales (unos US$ 4.350 millones) de recursos de origen ilegal, en una operación que movilizó a unos 400 agentes en siete diferentes estados brasileños, informaron fuentes oficiales.
La llamada operación "Lava-jato" tuvo por objetivo la captura de 28 personas, la mayoría de las cuales fue arrestada en la mañana de hoy, acusadas de formar una banda volcada al lavado de dinero, desvío de recursos públicos, evasión de divisas, corrupción, contrabando de piedras preciosas y tráfico de drogas, entre otros delitos.
El valor movilizado por el grupo criminal fue calculado por la Policía Federal con la ayuda del Consejo de Control de Actividades Financieras (Coaf), órgano responsable por la vigilancia de operaciones sospechosas en el sistema financiero.
Los miembros de la organización son acusados de utilizar lavanderías y puestos de abastecimiento de combustibles como fachada para ofrecer operaciones clandestinas de cambio y de envío de recursos al exterior.
"Además de involucrar a algunos de los principales personajes del mercado clandestino de cambio en Brasil", el grupo era responsable por los movimientos financieros y el lavado de activos "de diversas personas físicas y jurídicas involucradas en crímenes como tráfico de drogas y corrupción", según un comunicado de la Policía Federal.
Entre los presos figura el propietario de un puesto de abastecimiento de combustibles en Brasilia, acusado de ser uno de los jefes de la organización y que tenía vínculos con casas de cambio en la capital brasileña.
17 ciudades
De acuerdo con un comunicado de la Policía Federal, la organización actuaba en 17 ciudades de los estados de Paraná, Santa Catarina, Sao Paulo, Río Grande do Sul, Mato Grosso y Río de Janeiro, así como en el Distrito Federal de Brasilia.
Además de los arrestos, el juez responsable por la operación ordenó la incautación de varios inmuebles de lujo, tres hoteles, vehículos y joyas, así como el bloqueo de decenas de cuentas bancarias y aplicaciones en fondos financieros.