París lleva asfixiada una semana.
ReutersPARIS.- El episodio de contaminación atmosférica que azota a París, asfixiada desde hace una semana y sometida a medidas excepcionales para volver a la normalidad, ha convertido la nube de polución en la excusa perfecta para el servicio de autos eléctricos y públicos de la capital francesa.
El uso del llamado Autolib, un vehículo completamente eléctrico que desde 2011 completa la oferta de transporte público en París, ha registrado un aumento del 60% desde que la ciudad se encuentra en alerta ecológica, explicaron a la agencia Efe sus responsables.
Se debe a que, al hilo de otras decisiones de urgencia para intentar que el elevado nivel de partículas finas deje de envenenar el aire parisino, los 2.115 de esos autos que pueblan las calles de la ciudad son gratuitos.
Al menos así resulta para los 137.000 dueños de un abono anual que cuesta 120 euros (US$ 127), quienes temporalmente no tienen que pagar los 5,5 euros (US$ 7,7) suplementarios que cuesta alquilar por 30 minutos uno de esos vehículos, los que pueden estacionarse en 867 estaciones y cargarse en 4.540 puntos de electricidad en la capital francesa.
Esa oferta ecológica terminará a medianoche del lunes, pues se espera que para entonces se haya superado el máximo de polución, causado en parte por las suaves temperaturas y la ausencia prolongada de viento y lluvia.
El Ayuntamiento de París estima que la densidad de partículas finas se situará de nuevo entre 40 y 55 miligramos por metro cúbico, por debajo del nivel de alerta, fijado en 80, y lejos de los 100 miligramos que han llegado a alcanzarse en los últimos días.
El auto en casa
Además de no cobrar por el uso del vehículo eléctrico, en París se han establecido otras medidas excepcionales para incentivar que la gente deje el auto en casa.
Así, se acordó la gratuidad temporal del metro, el autobús y los trenes de cercanías de la ciudad, cuyo costo ronda los 4 millones de euros (US$ 5,6 millones) diarios, según la empresa responsable.
Este lunes también se ha prohibido circular en París y en los 22 municipios colindantes a los autos con matrícula par (salvo que transporte a tres o más personas), una iniciativa común en otras ciudades del mundo pero inédita en París desde 1997.
La multa por ignorar esa obligación, que vigilan 700 policías y que les ha valido una sanción a unos 4.000 conductores, es de 22 euros (US$ 31). La decisión, que también finaliza esta noche, se complementa con el estacionamiento gratuito en las zonas residenciales o la prohibición de circular a los camiones pesados.
La circulación alterna de vehículos ha logrado, entre otras cosas, reducir también los atascos en un área metropolitana en la que viven unas 12 millones de personas. Según los datos oficiales, a primera hora de la mañana había unos 114 kilómetros de atascos acumulados en la región parisina, frente a los 259 kilómetros habituales. El tráfico rodado en general ha caído un 25%.
Diesel
El presidente de la empresa pública de transporte en París, la RATP, Pierre Mongin, comentó hoy en "Le Monde" que espera que para 2025 no haya en París ningún autobús diesel, un tipo de motor que genera gran parte de esas micropartículas que envenenan el aire.
"Quiero que en el horizonte de 2025 el conjunto del parque de autobuses sea eléctrico. Como han demostrado los debates de la campaña electoral, reforzados por el episodio de polución de partículas finas, hay una fuerte demanda de una solución de transporte neutra en emisiones de CO2", declaró.