TOKIO.- Mientras tomaba café y comía torta en un café rural de la prefectura de Kochi, Hideyuki Tanaka, de 40 años, juntó coraje para hablarle a Eri, una mujer catorce años más joven.
Un pianista creaba un grato ambiente en la reunión vespertina de 18 solteros, organizada por los cupidos del gobierno municipal, que hizo sonar campanas de boda en junio del año pasado para Tanaka, que "casi había renunciado a la esperanza de casarse".
Por primera vez, el gobierno de Japón está dando ayuda económica a los programas matrimoniales municipales como parte de sus medidas para elevar una tasa de natalidad que es aproximadamente un 50% más baja que hace seis décadas. Si no se lograra revertir esa tendencia, la cantidad de trabajadores que deberán mantener a cada jubilado caería de 2,6 a 1,3 en 2050, reduciendo los ingresos debido a que el aumento de los gastos de bienestar social se suman a la carga de deuda del país.
"Esta es la última oportunidad para tomar medidas por este problema", dijo Masanao Ozaki, goberndaor de Kochi, prefectura ubicada 800 kilómetros al oeste de Tokio. "Me preocupa enormemente si los trabajadores jóvenes del futuro podrán asumir una carga tan pesada".
El gobierno del primer ministro Shinzo Abe asignó 3.000 millones de yenes (US$ 30 millones) del presupuesto adicional de este año fiscal para programas destinados a elevar la tasa de natalidad, que incluyen consultas e información matrimonial para solteros.
Funcionarios entre los que se cuenta Yuriko Koike del partido gobernante de Abe dicen que se necesitan esfuerzos más sostenidos para elevar la tasa de fertilidad, que fue de 1,41 por cada mujer en 2012. Dar ayuda económica para el matrimonio es una forma eficaz de elevar la tasa de natalidad, señaló Koike, que fue ministra de defensa y medio ambiente.
Costos de la seguridad social
Se proyecta que los costos de la seguridad social aumentarán a 24,4% del producto interno bruto para el año fiscal que terminará en marzo de 2026, por encima del 22,8% del ejercicio económico de 2012, según los cálculos del Ministerio de Bienestar Social.
"La caída de la tasa de natalidad probablemente tenga una incidencia muy grave en la economía japonesa", explicó Masahiro Yamada, profesor de sociología de la Universidad Chuo de Tokio que acuñó el término "konkatsu", o búsqueda de cónyuges. "El sistema de seguridad social de Japón probablemente se venga abajo".
En vista de que la partida presupuestaria ha sido asignada sólo por un año, los funcionarios de nivel nacional y municipal están buscando una solución de más largo plazo para hacer subir la tasa de matrimonios.
Ozaki de la prefectura de Kochi opinó que el gobierno debería emprender acciones más serias, mientras que Koike dijo tener la esperanza de que el programa allane el camino para que Tokio brinde más apoyo.