Janet Yellen, presidenta de la Fed.
AFP
WASHINGTON.- Esta semana, Janet Yellen debutó ante la prensa como la nueva presidenta de la Reserva Federal (Fed), que generó un ligero traspiés en los mercados, tras su inesperada precisión y la constatación de que la economía de Estados Unidos aún necesita el estímulo monetario.
"Trataremos todo lo que podamos de no ser una fuente de inestabilidad", indicó Yellen, en la rueda de prensa, tras concluir la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed, que dirige la política monetaria de EE.UU.
Sin embargo, poco después salía de la característica ambigüedad de los banqueros centrales al afirmar que la Fed podría elevar los tipos de interés, en niveles de entre el 0% y el 0,25% desde diciembre de 2008, "en torno a seis meses después" de que se finalice el multimillonario programa de compra de bonos.
El banco central estadounidense ya ha iniciado la retirada del plan lanzando en 2012, cuyo monto actual es de US$ 55.000 millones.
Los analistas y los mercados rápidamente interpretaron que dado el ritmo actual de retirada, de US$ 10.000 millones en cada reunión de la Fed, éste estaría culminado para otoño de este año por lo que los tipos de interés serían modificados a mediados de 2015.
Tanto los bonos del Tesoro como la bolsa de Wall Street cayeron el miércoles, después de la rueda de prensa y ante las perspectivas del inicio del fin del dinero barato, aunque el Dow Jones de Industriales terminó la semana con ganancias y los bonos se han estabilizado.
"La historia de los seis meses fue estúpida. La gente saltó con ella y luego se dieron cuenta de que no había información nueva así que el salto fue revertido", explicó Dean Baker, co-fundador del Center For Economic and Policy Research de Washington.
En este sentido, Robert Pollin, profesor de economía de la Universidad de Massachusetts-Amherst, reconoció que "Yellen es todavía nueva en el cargo. Así que puede que haya dicho algunas cosas de un modo que (su antecesor Ben) Bernanke habría dicho de manera más cauta", pero aseguró que los mercados parecen haber "digerido" ya su comentario.
La otra sorpresa del comunicado del banco central de Estados Unidos fue la decisión de suprimir el umbral del 6,5% en la tasa de desempleo marcado previamente como indicador para comenzar a considerar una posible subida de tipos.
El hecho de que la tasa se encuentre ahora en el 6,7% parece haber forzado a la Fed a replantear su política, dado que la economía estadounidense aún muestra signos de debilidad.
En el comunicado se explicó que, en lugar de esta guía cuantitativa, el banco central adoptará un enfoque cualitativo en el que tendrá en cuenta "un amplio abanico de información, que incluya las condiciones del mercado laboral, indicadores de presiones inflacionarias, expectativas de inflación y lecturas de los acontecimientos financieros".
Yellen también se refirió a la otra parte del doble mandato de la institución junto con el fomento del pleno empleo, la estabilidad de precios.
"Si vemos una sustancial caída en la inflación, si la inflación está persistentemente por debajo de nuestro objetivo del 2%, esa es una muy buena razón para dejar los tipos de interés en lugar actual por más tiempo", dijo la primera mujer al frente de la Fed en sus cien años de historia, y que tomó posesión del cargo en febrero pasado.
El último dato de inflación se ubicó en febrero en el 1,2%, por lo que las presiones parecen controladas.
Por ahora, los considerados "halcones" de la Fed, los miembros del banco más concentrados en la inflación que en el desempleo, no parecen tener motivos para pedir un ajuste en la política monetaria.
"Puede que Yellen tenga que preocuparse sobre fanáticos gritando sobre la inflación, pero eso es mejor tratarlo con Valium que con cambios en la política de la Fed", ironizó sobre la cuestión Baker.