SANTIAGO.- El Banco Central (BC) dio a conocer este viernes la Minuta de Reunión de Política Monetaria (RPM) correspondiente a la sesión número 208 celebrada el pasado 13 de marzo de 2014.
En ella, se detalló que con los votos del presidente Rodrigo Vergara y de los consejeros Enrique Marshall, Sebastián Claro, Joaquín Vial y Pablo García, el Consejo decidió recortar la tasa de interés de política monetaria en 25 puntos base (pb.) hasta el 4,00% anual.
En el plano externo, todos los Consejeros destacaron que las economías desarrolladas seguían en un proceso de recuperación gradual, cuyas perspectivas habían mejorado en los últimos meses, mientras que en las emergentes el panorama se había vuelto a deteriorar.
Además, las noticias provenientes de China habían confirmado las vulnerabilidades de su sistema financiero, sin embargo la atención mayor se centró en el impacto que esto estaba generando en el precio de las materias primas, en particular del cobre, y sus efectos sobre los términos de intercambio de las economías emergentes.
Un Consejero señaló que si bien la temporalidad o la permanencia de este ajuste era incierta, parecía que los precios se estaban corrigiendo hacia niveles más de largo plazo. Además, resaltó que, "a pesar de la mayor preocupación por China en los últimos meses, sus perspectivas de crecimiento no habían tenido grandes cambios".
Respecto del mayor riesgo en el mundo emergente, un Consejero agregó que la crisis en Ucrania había añadido una dimensión inesperada, en una región especialmente sensible por sus implicancias geopolíticas y su eventual impacto en el mercado de la energía y los alimentos.
Asimismo señaló que para las economías de América Latina se estaba presentando un nuevo desafío, especialmente para su política monetaria, considerando que sus monedas se estaban depreciando, la inflación aumentando y donde los déficit de cuenta corriente eran relativamente elevados.
En el plano interno, todos los Consejeros destacaron las sorpresas en los datos de actividad e inflación.
Un Consejero resaltó que el bajo registro de actividad consolidaba la visión que el proceso de desaceleración había sido más fuerte que lo previsto, lo que permitía anticipar que la economía estaba transitando hacia tasas de crecimiento menores que las consideradas anteriormente.
Sin embargo, agregó que otros antecedentes, como el estado del mercado laboral, algunos indicadores de crédito y algunas series de expectativas, todavía mostraban condiciones en rangos normales y daban cuenta de una economía que, en lo grueso, estaba funcionando cerca de su plena capacidad.
Con todo, concluyó, el elemento fundamental era que las menores expectativas de actividad debieran permitir menores presiones inflacionarias.
Algunos Consejeros indicaron que la sorpresa en la inflación de febrero hacía notar el efecto de la depreciación del peso y las presiones en los márgenes que con ella se habían acumulado. Agregaron que el alza del tipo de cambio real había sido importante en los últimos meses y, en la medida que tuviera un componente permanente importante, haría que en lo venidero la inflación anual se ubicara transitoriamente en la parte alta del rango meta.
Con todo, concluyeron, dada la magnitud del ajuste cambiario observado, sus efectos e implicancias debían ser procesados con particular atención.
Todos los Consejeros resaltaron la depreciación del peso. Un Consejero se refirió a los factores que explicaban que la pérdida de valor del peso fuese mayor que la de otras economías.