LA HABANA.- Cuba aspira a conseguir hasta US$ 2.500 millones al año en inversiones directas del extranjero, según señaló el gobierno durante una sesión parlamentaria en la que se aprobará una nueva ley para atraer capitales foráneos.
La isla "necesita de US$ 2.000 a US$ 2.500 millones anuales de inversión extranjera directa para llevar adelante su modelo socioeconómico socialista", citaron medios cubanos al jefe de la comisión que ejecuta las actuales reformas de mercado, Marino Murillo.
El Parlamento cubano tiene previsto aprobar hoy una nueva Ley de la Inversión Extranjera, la última reforma con la que el gobierno de Raúl Castro busca reflotar la economía del país.
En su intervención ante la cámara, Murillo subrayó que Cuba necesita la inversión extranjera para incrementar el crecimiento de su producto interno bruto (PIB) y la acumulación de capital, que alcanzaron en la última década un promedio del 1,8% y el 13% respectivamente, según cifras citadas por la agencia Prensa Latina.
El país aspira alcanzar un ritmo de crecimiento anual de entre el cinco y el siete por ciento, "y para conseguirlo se hace necesario alcanzar tasas de acumulación del 20-25 por ciento, mediante créditos e inversión extranjera directa", citó Prensa Latina a Murillo.
La aprobación de la nueva ley de inversiones por los más de 600 diputados de la Asamblea Nacional se da por descontada. El presidente Raúl Castro asistió a la sesión extraordinaria que había anunciado él mismo en diciembre.
La nueva legislación abrirá casi "todos los sectores" a las inversiones, excepto algunas áreas como la educación y la salud, detalló recientemente el diario "Juventud Rebelde". Tampoco los medios podrán estar en manos privadas, informó hoy "Granma".
La ley contempla por otro lado la posibilidad de que los cubanos emigrados inviertan en la isla, según declaraciones del ministro de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca.
No quedó hasta ahora claro, sin embargo, en qué medida se facilitarán las inversiones del exilio. Según Prensa Latina, Malmierca sostuvo el viernes en la Asamblea que "Cuba no irá a buscar inversión extranjera a Miami", donde vive la principal comunidad del exilio anticastrista cubano.
Las leyes del embargo económico que Estados Unidos impone a Cuba desde hace más de medio siglo dificultaría también a los norteamericanos de origen cubano invertir en la isla.
Los altos dirigentes del gobierno defendieron en el Parlamento la necesidad de recibir capital extranjero. "Si no crece la economía a niveles de alrededor del siete por ciento (...) no vamos a podernos desarrollar", dijo Malmierca.
Al mismo tiempo, la cúpula del castrismo subrayó estos días que abrir más la economía a capitales foráneos no implica poner "el país en venta" ni "un regreso al pasado".
"Una inversión bien hecha no es regalar el país en pedazos", dijo Murillo, también vicepresidente del Consejo de Ministros.
La isla está sumida en una crónica crisis económica desde los años 90, cuando la desaparición de la Unión Soviética dejó al país al borde del colapso, y depende hoy en gran medida del suministro de petróleo desde Venezuela en condiciones preferentes.
Raúl Castro ha llevado cabo en los últimos años varias reformas de mercado para intentar reflotar la economía.