El Gobierno pidió a las empresas no traspasar el aumento impositivo a los precios de venta a sus clientes.
EFE (archivo)BRASILIA.- El gobierno de Dilma Rousseff decidió aplicar un alza de impuestos a las cervezas, los refrescos y otras bebidas, en una medida que procura recaudar 1.500 millones de reales (674 millones de dólares) adicionales en ingresos.
La determinación se enmarca en los esfuerzos del Ejecutivo brasileño para alcanzar la sus metas de ahorro fiscal.
La Agencia Tributaria informó la noche de este martes que una nueva encuesta mostró un aumento en el precio medio de muchas bebidas frías, lo que implica que el Gobierno puede cobrar impuestos más altos sobre tales productos.
A principios de este mes, el Ejecutivo ya había anunciado un aumento de la tributación sobre las cervezas con el fin de fortalecer las cuentas fiscales, que han sido golpeadas duramente durante los últimos tres años por el alza de los subsidios y el aumento del gasto.
El jefe de la entidad oficial, Carlos Alberto Barreto, dijo en un comunicado que espera que las empresas se abstengan de traspasar el incremento de los impuestos a los consumidores.
La disposición fue conocida a poco más de un mes del inicio del Mundial de Fútbol, en el que se espera un importante aumento de visitantes extranjeros y un incremento en el consumo de este tipo de productos.
Brasil lucha contra las consecuencias de la desaceleración económica, generados tanto por la creciente desconfianza en los agentes económicos debido a intervenciones gubernamentales sectoriales percibidas como inadecuadas, según analistas.
Al mismo tiempo, el gigante latinoamericano enfrenta las consecuencias del menor crecimiento de China y la salida de capitales que afecta a varios mercados emergentes, en medio de la recuperación de la economía de EE.UU.