Reuters
TRÍPOLI.- El yacimiento petrolero El Feel, en el oeste de Libia, reanudó su producción luego de que guardias de seguridad pusieron fin a una protesta que se extendió por más de dos meses, dijeron funcionarios del Ministerio del Petróleo, aunque muchos campos y puertos siguen bloqueados.
La reapertura del yacimiento El Feel es una buena noticia para el debilitado gobierno central de Libia que lucha con una crisis de presupuesto, en momentos en que una ola de protestas en instalaciones petroleras y la violencia de rebeldes ha reducido con fuerza las exportaciones de crudo, la principal fuente de ingresos del país.
Tres años después de que una revuelta respaldada por la OTAN derrocara al líder Muammar Gaddafi, la infraestructura petrolera de Libia sigue vulnerable al tiempo que milicias, tribus armadas e islamistas que ayudaron a derrocar a Gaddafi ahora desafían a la autoridad estatal y toman el control de ministerios o instalaciones a voluntad.
La producción petrolera de Libia ha caído a menos de 200.000 bpd en las últimas semanas, frente a los 1,4 millones de bpd que el país bombeaba en julio del año pasado, cuando comenzó la ola de protestas.
Gran parte de esa producción restante es utilizada para abastecer a la refinería Zawiya que entrega suministros al oeste del país. Los automovilistas han estado haciendo filas por más de una semana para reabastecerse en la capital Trípoli.
El ministro del Petróleo interino, Omar Shakmak, dijo a Reuters que las autoridades llegaron a un acuerdo con manifestantes. "Los manifestantes acordaron reabrir el yacimiento que reanudó sus operaciones ayer y hoy", dijo.
La producción en El Feel, localizado en el sudoeste de Libia, alcanzará los 80.000 barriles por día dentro de 24 horas, dijo Ibrahim al-Awami, jefe del departamento de inspección y medición del ministerio.
Funcionarios no revelaron más detalles sobre el acuerdo con los manifestantes.
A fines de marzo, los manifestantes cerraron el yacimiento que transporta crudo al puerto de Mellitah, como parte de una interrupción a nivel nacional de campos y puertos petroleros para presionar al Gobierno con una serie de demandas financieras y políticas.
El campo es operado conjuntamente por la estatal National Oil Corp y la italiana ENI y producía alrededor de 85.000 bpd antes del bloqueo.