El vicepresidente ejecutivo de HidroAysén, Daniel Fernández.
El MercurioSANTIAGO.- Mediante una minuta enviada a los inversionistas, HidroAysén rebatió gran parte de los fundamentos del Consejo de Ministros para acoger las reclamaciones planteadas por organizaciones ambientalistas y por la comunidad, además de dejar sin efecto la resolución de calificación ambiental (RCA) de las 5 centrales que forman parte del proyecto HidroAysén (2.750 MW).
Según la empresa existían medidas y estudios claros respecto a la relocalización, así como informes sobre la hidrología y línea base. Uno de los puntos en el cual se basó la decisión fue la inexistencia de un plan de relocalización, como medida de compensación para un impacto del proyecto.
Según indica el documento, el Estudio de Impacto Ambiental incluía un plan de reasentamiento para las 39 familias; relocalización de 19 grupos familiares (48 personas), 18 familias serían reubicados dentro del mismo predio (47 personas) y 2 grupos familiares serían desplazados temporalmente (3 personas).
La relocalización contempla la elección en conjunto del predio de destino, infraestructura (solución habitacional, servicios básicos, infraestructura productiva, etc.) y apoyo técnico y social para cada una de las familias por 10 años.
En el caso de aquellos que fueran reubicados, tendrían infraestructura y apoyo técnico y social. HidroAysén agrega que las "condiciones son adicionales a los acuerdos individuales que tenga la compañía con cada una de las familias".
La empresa informa que hasta el momento se han suscrito nueve acuerdos definitivos con grupos familiares, siete familias han declarado su intención de postergar la negociación para una etapa previa a la construcción y dos han rechazado todo tipo de acuerdo. De las 21 restantes no se informa.
"HidroAysén ha adquirido 2.250 Ha en Valle Grande, 1.120 Ha en Lago Cochrane, 300 Ha en Lago Tranquilo y 2.150 Ha en Coyhaique, todos los cuales han sido recorridos por las familias relocalizadas. Estos predios tienen características agropecuarias y de acceso muy superiores a las que actualmente habitan. Se han adquirido más predios que el equivalente al área inundada por las centrales", señala.
"Cuantificación adecuada"
Otro de los fundamentos explicados por el Consejo de Ministros fue que el proyecto no contaba con una "cuantificación adecuada de los impactos ambientales por efectos de cambios en la hidrología de los cursos alterados en términos del ecosistema acuático".
Ante esto HidroAysén responde en que por más de 40 años se ha estudiado los caudales del río Baker y Pascua y los diseños de ingeniería han sido confeccionados por destacados profesionales, y posteriormente revisados por un panel de expertos internacionales formado por: Refaat Abdel-Malek (sustentabilidad), Nelson Pinto (experto en hidrología e hidráulica), Skip Hendron (experto en obras subterráneas y geotecnia), Peter Dickson (experto en obras subterráneas y geología), Brian Forbes (experto en presas de hormigón), Bayardo Materon (experto en presas de relleno), Luigi Vassallo (experto en construcción de grandes obras) y Tommy Sahlstrom (experto en construcción de grandes obras).
Finalmente, respecto a la inconsistencia del proyecto con respecto a la línea base, declarada y levantada por el titular, en fauna terrestre, la empresa expresa que se han realizado estudios por cerca de 3.000 Km2 de la mano de siete universidades chilenas, además de centros de investigación y consultores nacionales e internacionales para levantar la línea de base.
"Sobre la base de los estudios de línea de base, el estudio de impacto ambiental tomó más de dos años de trabajo, antes de su presentación ante el Servicio de Evaluación Ambiental en agosto de 2008", se indica.