SANTIAGO.- Las asociaciones de fabricantes de autos de Estados Unidos y Europa expresaron mediante una carta de forma conjunta su preocupación por este tema al gobierno chileno, solicitando al Ejecutivo revisar la decisión de implementar dicho impuesto.
El documento, con fecha 14 de julio, está dirigida al ministro de Hacienda, Alberto Arenas; al ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz; y al presidente de la comisión de Hacienda del Senado, Ricardo Lagos Weber, con copia a la embajada de Chile en Estados Unidos y en la Unión Europea.
La misiva está firmada por Matt Blunt, presidente de la American Automotive Policy Council (AAPC), que agrupa a las marcas Chrysler, Ford y General Motors; y por Erik Jonnaert, secretario general de European Automobile Manufactures Associtaion (ACEA), que tiene como miembros a BMW, Fiat, Renault, PSA Peugeot Citroën, Volvo, Volkswagen, Jaguar y Land Rover.
En la carta, el cual tuvo acceso El Mercurio, los miembros representantes de las asociaciones admiten su "preocupación" por la intención del Gobierno de aplicar un impuesto a los vehículos livianos diesel.
Sin embargo, destacan el liderazgo que tiene Chile como uno de los países con acuerdos comerciales con los principales centros productores de vehículos del mundo, incluyendo los pactos con Estados Unidos y la Unión Europea, que han incidido en el crecimiento de la industria automotriz.
Además, manifiestan su deseo de que estas relaciones sigan expandiéndose, pero con inquietud respecto de que el impuesto pueda ser contrario a las disposiciones de dichos convenios comerciales y al acuerdo general sobre aranceles aduaneros y comerciales de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Otro punto que destaca la carta es que debido a los avances en la tecnología de emisiones, los vehículos con motores diesel se han vuelto más eficientes y producen menos emisiones de Dióxido de Carbono que los automóviles a gasolina.
"Solicitamos respetuosamente al gobierno chileno reconsiderar seriamente el impuesto adicional propuesto y se busque una mejor alternativa para hacer frente a los objetivos de su política medioambiental, sin que deje de ser compatible con las disposiciones de los acuerdo comerciales", indica el documento.