Rubén García Blanco, El Mercurio
SANTIAGO.- Dos de los objetivos más importantes de la
Ley de Postnatal Parental, reguladora de la norma que extiende el descanso postnatal para mujeres trabajadoras a seis meses y que permite traspasar al padre parte del tiempo de descanso, es mejorar el apego entre la madre y el hijo y disminuir las licencias.
Pero uno de los grandes temores que tuvieron ciertos sectores antes de su promulgación -en octubre de 2011- fue que el permiso extendido generara un impacto negativo en la empleabilidad de las mujeres.
Aunque las cifras no muestran del todo este impacto con claridad, la tasa de participación laboral femenina ha aumentado en los últimos años.
El primer trimestre de 2011, meses antes que la ley fuera promulgada, dicha variable era de 46,6%, contra un 48,5% del mismo periodo de 2014.
Trinidad Lecaros, economista del Instituto Libertad, explicó a
El Mercurio que las cifras confirman que el postnatal extendido ha sido un incentivo para que las mujeres ingresen al mercado laboral.
"Unos de los motivos para que las mujeres no trabajen sin 'razones familiares permanentes', y el nuevo beneficio ataca directamente ese impedimento", indicó.
Según datos de Libertad y Desarrollo (LyD), que en conjunto con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) analizaron la evolución de la participación femenina, arrojaron que hubo una leve baja en la tasa de participación en las mujeres de 15 a 29 años. Sin embargo de los 30 años en adelante, el mercado laboral de las mujeres ha aumentado en todos los subgrupos etarios.
"La expansión del empleo producida a partir de 2010 fue aprovechada por las mujeres más mayores. En el caso de aquellas más jóvenes en edad fértil, lo que se observa es un estancamiento del empleo. Esta es una señal de alerta que hace necesario seguir monitoreando la evolución del empleo de las mujeres en edad fértil y de aquellas que no están en esta situación", indicó Paula Poblete, directora de Estudios de ComunidadMujer.
Sin embargo, un estudio realizado por el economista de la Universidad Católica Francisco Larraín, mostró que el postnatal parental aumentó la brecha de empleo entre las mujeres educadas y no educadas, debido a que el salario mínimo impide que los sueldos se ajusten a la baja y los empleadores terminan optando por contratar personas que no tengan el costo adicional asociado al postnatal.
Finalmente, Lecaros concluye que estas cifras revelan la necesidad de contar con otras políticas pro empleo femenino, como por ejemplo, aprobar el proyecto de financiamiento de las salas cuna que ya se encuenta en el Congreso.
