EFE
BUENOS AIRES.- Argentina quiere que el Gobierno de Estados Unidos intervenga en la disputa judicial que en Nueva York enfrenta al país sudamericano con acreedores de bonos no cancelados, luego de un fallo adverso que derivó en una cesación de pagos.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo hoy a la prensa que el Gobierno de Estados Unidos es responsable de la actuación del poder judicial, en medio de un conflicto que está afectando la relación bilateral.
El juez estadounidense, Thomas Griesa, a cargo del caso de la deuda argentina, dijo el viernes en una audiencia a los abogados que representan a Argentina que el Gobierno ha hecho comunicaciones falsas y engañosas, pese a que había ordenado suspenderlas y amenazó con declarar al país en desacato si no deja de hacer tales declaraciones.
"Estados Unidos es responsable por la actuación de uno de sus poderes, que es el poder judicial. Independientemente de la independencia del funcionamiento de los mismos por parte del sistema republicano", dijo Capitanich.
"Cuando se trata de un país soberano (por Argentina) y de violaciones a sus respectivas inmunidades, es necesaria la intervención del poder ejecutivo", agregó.
Argentina pidió la semana pasada a la Corte Internacional de La Haya iniciar un procedimiento contra Estados Unidos por el caso judicial, pero la demanda sólo puede avanzar si Washington acepta voluntariamente la jurisdicción de la corte.
El Departamento de Justicia estadounidense no quiso hacer comentarios sobre el asunto. Un alto funcionario del Departamento de Estado dijo que Washington seguía instando al Gobierno argentino a reunirse con sus acreedores 'holdout' para destrabar las negociaciones.
"Con respecto a la corte estadounidense, no podemos especular con ningún tipo de novedades o acciones posibles en el litigio", dijo la autoridad, que pidió no ser identificada.
Argentina depositó a fines de junio US$539 millones para abonar un vencimiento de su deuda reestructurada, pero los fondos fueron congelados por el bloqueo del juez Griesa, que prohíbe al país cumplir con sus pagos si no compensa al mismo a bonistas que rechazaron dos canjes de deuda previos.
"Es claro que hay una competencia por parte del poder ejecutivo en los Estados Unidos, en virtud de que se trata de afectación de las relaciones bilaterales entre ambos países, producto del monopolio de las relaciones exteriores que ejerce el poder ejecutivo", dijo Capitanich.
El juez Griesa ordenó la semana pasada a Argentina que retome las negociaciones con los tenedores de bonos incumplidos.