Las apuestas de bares y restaurantes para aumentar sus ventas pese a la desaceleración

SANTIAGO.- El mercado de locales nocturnos en Santiago siempre está en movimiento por la constante apertura o cierre de recintos. Este año, el bajo crecimiento de la economía ha repercutido en las ventas de la mayoría de los rubros, y el de entretención no es la excepción.

Es por ello que muchos bares y restaurantes han apostado por incorporar una serie de ofertas para frenar las bajas y atraer al público.

Uno de ellos es Dublin Patio Bellavista, que recibe cerca de 15 mil personas al mes. Según su gerente de marketing, Carlos Pérez, entre marzo y junio el local sufrió una baja en el ticket promedio de consumo de aproximadamente un 5%.

"Esta tendencia ya ha logrado ser revertida en el último mes (…); hemos ampliado fuertemente nuestra oferta de entretención en el local, y estamos ofreciendo los miércoles de karaoke; bandas en vivo los días jueves, viernes y sábado; Todo esto con excelentes resultados", comenta.

Además, "hemos invertido una cifra no menor en el desarrollo y construcción de una nueva barra para el tercer piso del local, que fue diseñada y construida en Irlanda (y enviada luego por barco a Chile), como una forma de potenciar nuestro concepto de bar irlandés", agrega.

Respecto al actual escenario económico del país, aclara que "no es que la gente deje de salir a comer o a tomarse unas copas, sino que modifica sus conductas de consumo. En lugar de salir dos veces a la semana, probablemente lo hará sólo una, y en lugar de salir por una cena completa, lo hará sólo para el bajativo o eliminará el postre, que puede ser considerado como un pequeño lujo".

En el caso de Las Urracas Multiespacio –ubicado hace 21 años en la comuna de Vitacura- las ventas en los seis primeros meses de este año bajaron un 20%, respecto al mismo periodo en 2013.

Juan José García-Huidobro, su socio director, cuenta que "después de las restricciones en las leyes de alcohol y tabaco se notó una baja en el mercado nocturno. Esto sumado a las bajas expectativas económicas, han hecho que el primer semestre 2014 haya sido difícil. El segundo semestre ha tenido un repunte de un 10% y esperamos que se mantenga".

Para ello han remodelado varios espacios, como la terraza, el lounge y, próximamente, la fachada. Paralelamente, realizan diversas fiestas temáticas y actividades para sus clientes.

Balance positivo

A diferencia de los recintos anteriores, Club Chocolate tuvo un crecimiento sostenido en las ventas en el primer periodo del año con un 12% más que en 2013.

De acuerdo a su dueño, Juan Carlos Velásquez, la razón es que "somos un equipo de trabajo que semana a semana va analizado los fines de semana anteriores y va resolviendo todos problemas para que la semana siguiente no se repitan. También tenemos una buena programación artística que da visibilidad a nuestro club, sumado  a una carta de tragos de nivel internacional, una gastronomía entretenida y un servicio de primer nivel".

El local –que se orienta a un público de C1 y C2 de 28 a 45 años– tiene dentro de su parrilla programática a artistas en vivo; noches de Stand Up Comedy; y ciclos de bandas emergentes.

No muy lejos del Club Chocolate se encuentra Dolores Pizza & Bar, que también experimentó un alza cercana al 15% entre enero y julio.

"Atribuimos el alza a un aumento de densidad en el sector en que estamos emplazados, un mejor producto y consolidación de la marca", asegura su dueño, Rodrigo Haverbeck, quien define al recinto como "una apuesta de gastronomía simple, pero de alta gama con ambiente entretenido y acogedor".

A pesar de los buenos resultados, Haverbeck es cauteloso en las proyecciones de venta para los últimos meses de 2014: "Hay muchos factores inconclusos, como el desarrollo de la economía, la reforma tributaria y constitucional a las que estamos sujetos en mayor o menor medida".

Santiago menos bohemio 

Para Francisco Azofeifa, dueño de los pubs Moloko y Flamingo –comuna de Providencia– "la oferta se ha dividido en los locales de mall y patios, versus el bar clásico independiente de barrio", lo que ha hecho que "Santiago se desarrolle cada día como una ciudad menos bohemia y con pubs de tiro corto".

"El marco legal chileno ha llevado a bares y restaurantes a malls y patios con horarios limitados; ha sido una política constante de contención de la oferta. En este formato se cobra a cada local, además de un arriendo, un porcentaje directo de ventas. Es un costo que se traspasa a clientes en precios y a empleados en sueldos o beneficios como los conocidos turnos cortados o de mal. Nadie puede salir del cine a las 12 de la noche y pasar a comer algo, porque los costos no dan para otro turno", argumenta.

Más categórico es Juan José García-Huidobro, quien sostiene que la cantidad de locales, sobretodo discoteques, ha disminuido por las restricciones y fiscalizaciones por parte de las municipalidades.

"En Santiago abren seis locales al mes y cierran siete", manifiesta.

Una opinión muy distinta es la que tienen Carlos Pérez y Juan Carlos Velásquez, quienes consideran que el mercado está en un proceso de crecimiento, con nuevos barrios gastronómicos y pubs.

"Las nuevas tendencias apuntan a una segmentación de locales, según su ubicación geográfica, precios, pero por sobre todo, gustos y estilo. Lo que finalmente busca el consumidor es un lugar con onda, que sepa interpretar su forma de ser", explica Pérez.

"Siempre hay una cantidad de locales que abre y otra que cierra, pero en el balance general ha habido un aumento de la oferta de locales, gracias una profesionalización del sector; los dueños cada vez son personas más preparadas y llegan con conocimientos de gastronomía, control de stock y marketing entre otros, cosa que hace algunos años no ocurría. En Bellavista hoy existen más de 200 locales entre restaurantes, pub y discotecas", concluye Velásquez.