BUENOS AIRES.- A pocos días de un nuevo vencimiento de intereses de deuda, el Gobierno argentino informó del envío de una petición formal al Bank of New York Mellon (BONY) para exigir su renuncia como agente de pago a los tenedores de títulos de deuda reestructurada en medio del litigio con fondos especulativos.
A través de un anuncio publicado hoy en medios locales, el Gobierno argentino aseguró que el BONY "ha dejado de ser idóneo para desempeñar sus funciones como agente fiduciario" para pagar a los acreedores que aceptaron reestructurar su deuda en mora desde 2001 y debe presentar "su renuncia inmediata".
De no hacerlo, tanto los tenedores de bonos como el Gobierno argentino "tienen el derecho a separarlo de su función como agente fiduciario y nombrar a otra entidad en su reemplazo", señaló el Ejecutivo presidido por Cristina Fernández.
El Gobierno argentino acusó al BONY de no cumplir los requisitos contemplados en el convenio de los canjes de deuda de 2005 y 2010, que contemplaban importantes quitas y a los que se sumaron el 92,4% de los acreedores.
Entre estos requisitos, en el anuncio se citó la falta de una oficina de representación del BONY en Buenos Aires desde el pasado agosto, cuando el Banco Central de la República Argentina (BCRA) revocó la autorización para operar en el país a los dirigentes de la entidad bancaria estadounidense.
En segundo lugar, el Gobierno argentino acusó al BONY de haberse vuelto "incapaz de actuar" al hacer "caso omiso de las repetidas solicitudes por parte de la Argentina de que cumpla con las obligaciones de distribuir los montos pagados a los bonistas".
Por orden del juez neoyoquino Thomas Griesa, los fondos correspondientes al vencimiento de intereses de deuda del pasado junio se encuentran bloqueados hasta que el Gobierno argentino acate el fallo que le obliga a pagar al 1% de los acreedores su deuda íntegra, valorada en US$ 1.300 millones más intereses.
El Ejecutivo de Fernández rechaza cumplir la sentencia al argumentar que desencadenaría un aluvión de demandas por parte de los tenedores de bonos reestructurados, ya que una cláusula del contrato, que expira a fin de año, les permite reclamar si se ofrecen mejores condiciones.
Para evitar nuevas retenciones de fondos, el Congreso argentino, de mayoría oficialista, aprobó días atrás la Ley de Pago Soberano Local de la deuda que habilita el pago a los acreedores de deuda reestructurada en Buenos Aires o París.
El ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, confirmó que el pago del próximo vencimiento de deuda, previsto para el 30 de septiembre, se realizará bajo la nueva ley.