RÍO DE JANEIRO.- La empresa minera MMX, que pertenece al ex hombre más rico de Brasil, Eike Batista, informó el miércoles en una nota al mercado que su controlada y principal unidad minera MMX Sudeste Mineraçao pidió protección judicial contra la quiebra.
La empresa siguió así los pasos de otras firmas del grupo EBX de Batista como la petrolera OGX o el astillero OSX, que hace un año pidieron protección contra la bancarrota para reestructurar sus fuertes deudas.
MMX "informa a sus accionistas que (...) su controlada MMX Sudeste Mineraçao tomó la decisión de realizar un pedido de recuperación judicial con carácter de urgencia", señaló el texto enviado al regulador brasileño.
"No obstante los esfuerzos de la administración en la negociación con los acreedores en la búsqueda por potenciales inversionistas, el pedido de recuperación se configura como la alternativa más adecuada ante la situación económica financiera de la compañía", añadió.
El pedido fue presentado ante la justicia del estado de Minas Gerais (sudeste de Brasil), donde MMX Sudeste Mineraçao opera. Esta empresa tiene la mayor cantidad de activos de MMX y es la principal minera del grupo, con una producción anual de 6 millones de toneladas de hierro en su unidad Serra Azul, que tiene sus actividades suspendidas.
La minera MMX tiene además participación en un puerto en el estado de Rio de Janeiro y en el estado de Mato Grosso, en el centro del país.
El 13 de octubre MMX informó que Sudeste Mineração mantendrá la suspensión en Serra Azul después del fin de las vacaciones el 9 de octubre para "optimizar recursos". La minera también anunció la revisión de su plan de negocios.
Eike Batista llegó a ser en 2012 el hombre más rico de Brasil, con una fortuna que superó los 30.000 millones de dólares. Sin embargo, su patrimonio cayó a menos de 1.000 millones a mediados de 2013, cuando OGX admitió públicamente que no podría cumplir sus objetivos de producción y desencadenó el derrumbe de su imperio.
En octubre de ese año solicitó la protección judicial contra la quiebra, que fue concedida.
Pero la crisis no se detuvo y afectó también a las otras empresas de su grupo de minería y energía EBX. A fines del año pasado, el patrimonio de Batista era estimado en menos de 100 millones de dólares.
El empresario, además, enfrenta una serie de procesos judiciales en Sao Paulo y Rio de Janeiro - donde tiene su sede el grupo - por delitos contra el mercado de capitales al no informar a tiempo que OGX no cumpliría sus metas.