TOKIO.- La nueva ministra nipona de Economía, Yuko Obuchi, puso su cargo a disposición del primer ministro, Shinzo Abe, debido al escándalo sobre el supuesto uso ilícito de fondos por parte de su organización política, según publica este sábado el diario Nikkei.
Obuchi, quien asumió la cartera de Economía, Comercio e Industria el pasado día 3, fue el nombramiento más destacado en la primera remodelación del Gabinete de Gobierno realizada por Abe desde que llegó al poder en diciembre de 2012, y tuvo lugar en un momento de desgaste en la popularidad del primer ministro.
La semana pasada, los medios nipones desvelaron las cuentas de una organización política vinculada a Obuchi, en las que se reflejaba el supuesto uso ilícito de fondos para financiar la asistencia a obras de teatro de sus partidarios.
El desvío de fondos tuvo lugar entre 2010 y 2011, cuando Obuchi ocupaba el cargo de parlamentaria, y ascendería a 26 millones de yenes (190.600 euros).
La ministra ya se mostró dispuesta a asumir su responsabilidad al afirmar que "el desconocimiento (del desvío de fondos) no sirve como excusa", al ser preguntada sobre el caso en una comparecencia parlamentaria el pasado viernes.
Obuchi añadió que ella misma se vio "sorprendida" al conocer el caso a través de los medios, y afirmó que llevaría una investigación "de forma urgente y en profundidad".
Abe estudiará la situación y decidirá si acepta la dimisión de Obuchi a su llegada a Japón desde Italia, donde participó en la cumbre Asia-Europa, según dijeron fuentes del Ejecutivo al antes citado diario económico.
La salida de la ministra sería un duro golpe para la estrategia de renovación y de conceder más protagonismo político a las mujeres emprendida por el primer ministro conservador, quien decidió nombrar a cinco ministras -una cifra que no se alcanzaba en Japón desde 2001-, aunque la mayoría de ellas en carteras menores.
Yuko Obuchi, hija del antiguo primer ministro Keizo Obuchi, se convirtió a sus 40 en la más joven del Ejecutivo y en el rostro más representativo de la estrategia “womenomics” promulgada por Abe.
Además de hacer frente a los desafíos económicos de Japón, el ministerio que lidera Obuchi es responsable del delicado proceso de reactivar algunos de sus 48 reactores atómicos, que se mantienen apagados a raíz de la crisis nuclear de Fukushima Daiichi provocada por el terremoto y el tsunami de marzo de 2011.
De confirmarse que la organización vinculada a Obuchi financió la asistencia a eventos de sus partidarios, se trataría de un incumplimiento de la legislación nipona de control de finanzas durante campañas electorales, que prohíbe expresamente los regalos o invitaciones a los votantes de un distrito electoral.
Los partidos de la oposición reclamaron la dimisión de la ministra y han denunciado otros supuestos gastos ilícitos, entre ellos un viaje de la propia ministra en 2012 que no aparece en las cuentas de su organización política o la compra de productos para bebé y de ropa a una empresa vinculada a la familia de Obuchi.