Pasajeros esperando el tren en el andén de la estación central de Berlín
EFE
BERLÍN.- Los maquinistas de la compañía de ferrocarriles alemana Deutsche Bahn han ofrecido siete días de tregua a la patronal, a partir del lunes y tras un fin de semana en el que prácticamente se ha paralizado el servicio de trenes en todo el país.
La imagen de los pasajeros esperando inútilmente en el andén o buscando alternativas de transporte seguirán siendo la constante hoy, segundo día de huelga de los maquinistas,
tras un sábado en el que millones de alemanes vieron alterados sus planes para viajar.
El jefe del sindicato de esa sectorial, GDL, Claus Weselsky, se comprometió en declaraciones a la televisión pública a una semana de pausa, sin huelga, a partir del lunes, en las que se espera se reanuden las conversaciones con la dirección de Deutsche Bahn.
Desde el Gobierno de Angela Merkel, su ministro de Transportes, Alexander Dobrindt, instó a ambas partes, sindicato y patronal, a sentarse a negociar de inmediato para desactivar lo antes posible el conflicto salarial.
Además de los trayectos regulares, quedaron suprimidos los trenes adicionales que cada fin de semana se establecen para los partidos de fútbol de la Bundesliga, lo que afectó a unos 100.000 aficionados, que tuvieron que buscarse otros medios de transporte o renunciar a acudir al estadio.
La compañía puso a disposición de los pasajeros afectados coches cama en las estaciones de las principales ciudades del país, como Hamburgo, Berlín, Fráncfort y Múnich.
Pese a la práctica suspensión de dos tercios del total de servicios, se produjo un caos, puesto que la mayoría de los viajeros se había buscado previamente alternativas, como autobuses o viajes en autos compartidos.
El sindicato sectorial exige un incremento salarial del 5% para un periodo de dos años y una reducción de jornada de dos horas, para ese colectivo y el resto de plantilla de a bordo de los trenes -revisores y personal de los vagones restaurante o cafetería-.
