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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 12:28
TOKIO.- La Bolsa de Tokio cerró nuevamente en su mayor nivel en siete años impulsada por la depreciación del yen y la confianza de los inversores ante un posible retraso de la subida del IVA prevista para 2015.
El selectivo Nikkei cerró hoy con una subida de 195,74 puntos, un 1,14%, y se situó en las 17.392,79 unidades, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa los valores de la primera sección, avanzó 12,46 puntos, un 0,90%, hasta las 1.389,51 unidades.
El Gobierno japonés publicó justo antes de la apertura que los pedidos de maquinaria del sector privado en septiembre aumentaron un 2,9% respecto al mes anterior.
El parqué nipón empezó flojo, con los inversores lanzados a la caza de beneficios, tras la subida de más de un 2,5% en las dos jornadas previas, pero comenzó a tomar fuerza a mediodía impulsado por la debilidad de la moneda local frente al dólar americano, que se situó por encima de los 115 yenes.
Además, la plaza se vio impulsada nuevamente por el posible retraso de la subida del IVA desde el 8 al 10 por ciento prevista para octubre de 2015, y que se retrasaría hasta 2017 en caso de que finalmente el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, convocara elecciones anticipadas.
Los inversores han reforzado su creencia de que posponer dicho aumento mejoraría las condiciones económicas de Japón, subrayó Hiroichi Nishi, analista de SMBC Nikko Securities a la agencia Kyodo, a lo que se suma la esperanza de los mercados de que el gobierno japonés desarrolle políticas de estímulo adicionales.
Las compañías exportadoras, especialmente las del sector del motor y de los instrumentos de precisión gozaron de una buena jornada.
Asi, Yamaha Motor avanzó un 4 por ciento, y Citizen Holdings sumó un 1,8%.
En la primera sección 1,297 valores avanzaron, superando a los 433 que retrocedieron,y 103 que cerraron en tablas.
Los sectores de la pesca, los seguros y los minoristas lideraron las ganancias de la jornada, mientras que el de la minería y los metales retrocedieron.
El volumen de negoció ascendió a 2,566 billones de yenes (17.811 millones de euros), por debajo de los 3,270 billones de yenes (22.695 millones de euros) de la víspera.
