LONDRES.- El primer ministro británico, David Cameron, expresó hoy su preocupación por el estado de la economía global y dijo que hay "luces rojas" de advertencia, similares a las que llevaron a la crisis financiera de hace seis años.
En un artículo publicado hoy en el diario "The Guardian", Cameron señala que hay situaciones "peligrosas" de "inestabilidad e incertidumbre" que arriesgan la recuperación británica, por lo que defendió la necesidad de continuar con las medidas de austeridad.
En concreto, el jefe del Gobierno, que acaba de participar en la cumbre del G20 en la ciudad australiana de Brisbane, mencionó el bajo crecimiento global y la desaceleración económica en la zona del euro.
"La eurozona está tambaleándose al borde de una posible tercera recesión, con un alto desempleo, una caída del crecimiento y un riesgo real de una caída de los precios", añadió.
Al mismo tiempo, alertó sobre la difícil situación en las economías emergentes, que habían empujado el crecimiento en las primeras etapas de la recuperación económica.
"Las economías de los mercados emergentes, que eran motores de crecimiento en las primeras etapas de la recuperación, se están ralentizando", subrayó el primer ministro.
Según afirma, la epidemia del ébola, el conflicto en Oriente Medio y la amenaza rusa sobre Ucrania están añadiendo una situación general de "inestabilidad e incertidumbre".
Si bien señala que la economía británica es la de más rápido crecimiento de las que integran el G7 (EEUU, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia), la realidad es que el mundo está interrelacionado, por lo que no es posible "aislarnos completamente".
"Debemos hacer todo lo que podamos para protegernos de la desaceleración global", añade el primer ministro británico.
La preocupación de Cameron se conoce días después de que el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, expresase también su preocupación por la desaceleración de la economía en la zona del euro.