DETROIT.- La firma japonesa Takata, sometido a creciente escrutinio en Estados Unidos por problemas en los infladores de airbags que produce, admitió que planea trasladar la producción de estos dispositivos desde su planta en México a otra situada en Alemania.
Dicho cambio abarca solo los aparatos que se instalan en modelos de la marca germana BMW, según la compañía nipona.
La decisión se conoció después de que autoridades estadounidenses anunciaron un nuevo llamado a revisión a todos los vehículos equipados con el dispositivo, que sido ligado a varios incidentes que terminaron en muertes.
Ello implica el escrutinio de millones de unidades, según admitió la Agencia Nacional de Seguridad en Carreteras (NHTSA) de EE.UU.
Al mismo tiempo, el segundo fabricante mundial de estos dispositivos de seguridad enfrenta una investigación criminal relacionada con fallecimientos en accidentes.
Explosión de bolsas de aire
Las investigaciones efectuadas hasta ahora apuntan a que los infladores elaborados por Takata e incorporados en airbags fabricados en 2000 corren el riesgo de inyectar demasiada fuerza a las bolsas de aire, lo que deriva en el lanzamiento de trozos de plástico y metal contra los ocupantes de los vehículos.
Accidentes relacionados con este desperfecto han causado al menos cinco muertes, según medios de prensa locales.
BMW señaló en un documento publicado en internet por los reguladores de la seguridad de EE.UU. que respalda los esfuerzos de la japonesa por cambiar la producción de los dispositivos desde su planta en Monclova (México) a otra situada en Freiberg (Alemania).
El mes pasado, la agencia Reuters reveló que los problemas de fabricación en los infladores van más allá de lo que la compañía ha revelado a reguladores estadounidenses. La NHTSA pidió a Takata que responda varias preguntas sobre la planta en México.
Otras empresas automotoras que incorporan dicho componente, entre ellas Toyota, han advertido que no pueden cambiar de proveedor sin afectar su capacidad de cubrir la demanda por partes de reemplazo.
En tanto, funcionarios de Takata, de Honda, del grupo Chrysler y de la NHTSA tienen previsto testificar el jueves ante un panel del Senado estadounidense.
Al tiempo que crece la inquietud en torno al alcance de los desperfectos, el Presidente de EE.UU., Barack Obama, nominó a Mark R. Rosekind, un especialista en estudios sobre fatiga humana, como futuro director de la NHTSA.
La designación busca llenar un extenso vacío en la cúpula del organismo, que se mantenía vacante desde cerca de un año luego de la renuncia de David L. Strickland.
El director suplente, David J. Friedman, debería testificar este jueves ante el comité del Senado que analiza el rol de esa agencia en la creciente serie de llamados a revisión relacionados con Takata.