Presidentes de los estados miembros del Mercosur
Reuters
BUENOS AIRES.- El Mercosur celebrará el próximo miércoles en la ciudad argentina de Paraná su cuadragésimo séptima cumbre, sin conflictos bilaterales a la vista, aunque con la preocupación de revitalizar la agenda comercial del bloque y resolver la adhesión plena de Bolivia.
A diferencia de otros encuentros presidenciales, donde asuntos bilaterales puntuales ponían tensión a la cumbre, ésta vez no asoma ninguna controversia grave en el horizonte que pueda agitar la usual calma de Paraná, unos 500 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Sin excusas para disiparse en riñas bilaterales, a los mandatarios del bloque sudamericano integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela no les quedará más opción que concentrase en abordar los propios problemas de la unión, que ha perdido dinamismo y se ve atravesada por los problemas comerciales de cada uno de los socios.
Esa agenda será retomada desde este lunes por los coordinadores técnicos del bloque, y el martes, por los cancilleres, que elevarán a los presidentes un conjunto de decisiones a adoptar en diversos campos.
El tema comercial tendrá un especial protagonismo ya que el bloque, que este semestre preside Argentina, tiene bajo análisis prorrogar las listas nacionales de excepción al Arancel Externo Común (AEC).
En diciembre de 2011, el Mercosur acordó que cada socio podría aumentar sus aranceles en hasta cien productos provenientes de mercados externos al bloque, sin sobrepasar el máximo consolidado en la Organización Mundial del Comercio (35%).
El bloque adoptó esta medida, en principio vigente hasta el próximo día 31, alegando "razones de desequilibrios comerciales derivados de la coyuntura económica internacional".
Además, estudia la elevación del AEC para la importación de algunos bienes (lácteos y juguetes), señal de que sigue buscando protegerse.
Los socios tienen pendiente también acordar el reglamento del Mecanismo de Fortalecimiento Productivo del Mercosur, creado en diciembre de 2012 para contribuir a la diversificación de la trama productiva de la región, por medio de iniciativas con énfasis en la innovación tecnológica, en la capacitación técnica y en la transferencia de tecnología y conocimientos.
Otros de los asuntos a abordar en esta cumbre son las dificultades que atraviesa el proceso para la adhesión de Bolivia como miembro pleno al Mercosur.
En materia de negociaciones externas, este semestre el Mercosur ha intentado revitalizar las negociaciones con la Unión Europea para un acuerdo de libre comercio, pero los europeos respondieron que aún no están listos para intercambiar ofertas.
En tanto, busca firmar un memorando de cooperación en materia economía y comercial con la Unión Aduanera Euroasiática (UAE), conformada por Rusia, Bielorrusia y Kazajistán.
Además, podría rubricar en Paraná acuerdos de preferencias arancelarias con Túnez y El Líbano.
Otras opciones, como Corea del Sur y Paquistán, que este año han mostrado al Mercosur interés para iniciar conversaciones, quedarán para el próximo semestre, en el que el bloque será comandado por Brasil.