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Santiago: Sábado 23 de noviembre del 2024 | Actualizado 20:04
BOGOTÁ.- El Congreso de Colombia aprobó el lunes una discutida reforma tributaria con la que el Ejecutivo procura reforzar los ingresos estatales, con el fin de sostener el gasto social.
La iniciativa ha despertado críticas en sectores empresariales, que consideran que las medidas se convertirán en una amenaza a la inversión.
La reforma asegurará unos 53 billones de pesos (22.034 millones de dólares) en ingresos para los próximos cuatro años, claves para garantizar el financiamiento en educación y en la lucha contra la pobreza, entre otros.
El proyecto fue aprobado en un último debate en la plenaria de la Cámara de Representantes.
La iniciativa contempla la prolongación y modificación de unos impuestos que expiraban a finales del 2014 y establece recursos por 12,5 billones de pesos (5.196 millones de dólares) para el 2015, que crecerán en proporción a la inflación para los siguientes años hasta el 2018.
La reforma, según el Ejecutivo, constituye un factor clave para respaldar el crecimiento de la cuarta mayor economía de América Latina, cuyos ingresos dependen en gran medida de los precios internacionales del petróleo.
"Este proyecto va a permitir que el país siga siendo líder en materia de crecimiento en América Latina. El país puede tener la tranquilidad de que tiene cómo adaptarse a una nueva realidad", dijo el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
"El país puede estar seguro que podemos llevar una senda de crecimiento positiva bajo una situación de menores precios del petróleo", añadió.
"Salvavidas de plomo"
No obstante, legisladores de la oposición criticaron la iniciativa.
"La reforma actual es una reforma que castiga la inversión, que va a hacer muy difícil la inversión en sectores fundamentales para la generación de empleo y para la sostenibilidad de las finanzas públicas como lo es el sector minero energético", advirtió Iván Duque, senador del Centro Democrático.
"Esta reforma se va a constituir en un salvavidas de plomo, lo que va a hacer es aumentarle la carga impositiva a sectores llamados a generar empleo en momentos en los que está cayendo la renta petrolera y donde hay una reconfiguración del crecimiento económico mundial", agregó.
El proyecto establece un impuesto a la riqueza para quienes posean patrimonios superiores a 1.000 millones de pesos (415.000 dólares), que reemplaza un tributo similar que vencía este año.
El gravamen tendrá tarifas escalonadas de acuerdo con el patrimonio de las personas y de las empresas.
Adicionalmente, se aprobó una sobretasa al impuesto sobre la renta y la equidad (CREE) que grava las utilidades superiores a 800 millones de pesos (332.500 dólares), con 5% en 2015, 6% en 2016, 8% en 2017 y 9% en 2018.
Además, se mantuvo el impuesto de 0,4% sobre las transacciones financieras, que se deberá desmontar en el 2019.
Colombia estableció una meta de déficit fiscal del Gobierno Nacional Central de 2,4 por ciento del PIB para el 2015, el mismo esperado para este año.
