EFE
WASHINGTON.- El presupuesto fiscal 2016 del presidente Barack Obama impondría un impuesto excepcional de un 14% a unos US$ 2 billones de ganancias no gravadas obtenidas en el exterior por compañías estadounidenses, y usaría el dinero para financiar proyectos de infraestructura, dijo un funcionario de la Casa Blanca.
El dinero también sería utilizado para financiar un déficit previsto en el Highway Trust Fund, un fondo destinado a la construcción y mantención de carreteras y caminos que recibe dinero de un impuesto federal al combustible.
"Este gravamen de transición significaría que las compañías tienen que pagar impuestos en Estados Unidos ahora sobre los US$ 2 billones que ya tienen en el extranjero, en lugar de poder demorar el pago de impuestos en el país de manera indefinida", dijo el funcionario.
"A diferencia de la exención de repatriación voluntaria, a la que el presidente se opone y con la que se perderían ingresos, el presidente propuso un impuesto extraordinario de transición, un impuesto obligatorio sobre ganancias en el extranjero previamente no gravadas, sin importar si éstas son repatriadas o no", agregó.
En el futuro, el presupuesto propone que las compañías estadounidenses paguen un impuesto del 19% sobre todas sus ganancias en el exterior a medida que las obtengan, mientras que se emitirán créditos tributarios para los gravámenes que se paguen en el extranjero, dijo el funcionario.