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Claves para entender las negociaciones donde Grecia se juega su lugar en la eurozona

Hoy los ministros de Finanzas de la UE junto a los acreedores de la Troika se reunen para decidir lo que el primer ministro, Alexis Tsipras, prometió durante su candidatura: acabar con las políticas de austeridad y renegociar la deuda del país.

16 de Febrero de 2015 | 06:51 | Agencias / Emol

SANTIAGO.- Hoy lunes los ministros de Finanzas de la Unión Europea, junto con los acreedores de la Comisión Europea, Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (Troika) se reunirán nuevamente en Bruselas con el objetivo de encontrar una solución para evitar la suspensión de pagos de Grecia y así no salir de la zona euro.

Esta es la tercera etapa de un periodo decisivo para el futuro del país, que empezó el pasado 04 de febrero cuando Tsipras se reunió en París con el presidente francés, Francois Hollande y el Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, prevé que las negociaciones serán difíciles y que "aún es demasiado pronto para hablar de un acuerdo". Por su parte, el vocero de Gobierno, Gavriil Sakelaridis, espera que el acuerdo quede sellado hoy mismo.

Cabe recordar que una de las promesas durante su candidatura y su plan de Gobierno fue acabar con las políticas de austeridad y renegociar la deuda de la nación.

El país heleno se encuentra en una crisis financiera desde 2010 debido a que el precio para financiar la deuda externa se disparó.

Por ello, y para entender mejor la situación, presentamos algunas claves de las negociaciones para que Grecia se mantenga en la zona euro junto a sus otros 18 miembros.

¿Cuál es la situación de partida?

Tsipras y su ministro de Finanzas, Gianis Varoufakis, se han mantenido firmes en su objetivo de reducir la deuda griega. Abogan por no prolongar el programa de rescate del euro que vence a finales el 28 de febrero y por acabar con parte del "dictado de austeridad" impuesto a Grecia a cambio de ese rescate.

Al final, se trata de que la coalición de gobierno en Atenas pueda financiar sus promesas electorales. Y la verdadera cuestión es cómo gestionará Tsipras su política económica. El resto de los 18 países del euro no quieren romper con Atenas y prefieren una prolongación del programa, en el marco de más ayudas y reformas, entre otras cosas, para ganar tiempo.

¿Cuál es el problema más grave de Grecia?

Que al país se le acaba el dinero y los impuestos se recaudan con más lentitud que hasta ahora. Pero por sobre todo, que muchos griegos están retirando dinero de sus cuentas, entre 200 y 300 millones de euros diarios según círculos bancarios griegos. Y la retirada de decenas de miles de millones acrecienta la presión sobre los bancos.

¿No puede intervenir el Banco Central Europeo?

El BCE ha dejado de aceptar bonos de deuda griega como garantía. Los bancos se han visto obligados a recurrir a créditos de urgencia del banco central griego, pero se trata sólo de una solución provisional. Una autorización del BCE requeriría, sin embargo, que estuviera garantizada la solvencia del país. Como en el caso de Chipre, el BCE podría dar un ultimátum, un plazo máximo para llegar a un acuerdo antes de poner fin a las ayudas.

¿Cuáles son los peligros de que no se llegue a una solución?

Si el programa de ayuda del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) -el organismo anterior al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)- termina sin acuerdo a finales de mes, a los griegos les faltarán unos 8.000 millones de euros. A ello se suma que también podrían dejar de pagarse ayudas que contribuyen a la estabilización de los bancos. Y cuanto más tarde en alcanzarse una solución, mayor es la inseguridad, y a su vez, mayor la retirada de dinero de los bancos griegos y la huida de capital.

El país no sólo se vería privado de las ayudas de los acreedores estatales, sino también de los mercados, en los que desde mucho tiempo Grecia no puede obtener financiación en grandes cantidades.

¿Se dirige entonces hacia una salida del Euro?

Para evitar el colapso del sistema bancario conjunto, al gobierno de Atenas quizá sólo le quedaría la opción del "Grexit", un término acuñado a partir del nombre del país y la palabra "exit" (salida en inglés) para referirse a un abandono de la unión monetaria. La propia Grecia tendría que declarar la salida, porque los tratados de la UE no contemplan una expulsión. Los bancos volverían a recibir dinero y también el Estado podría imprimirlo, pero frente al euro la moneda griega perdería valor.

¿Se solucionaría así el problema de la deuda?

No. La situación incluso se agudizaría porque la deuda en euros sería aún mayor. El gobierno intentaría en negociaciones reducir esa carga, prolongarla en el tiempo o incluso declarar la insolvencia unilateralmente. Pero como en torno al 80% de la deuda griega está en manos de acreedores públicos, los países del euro tendrían que recortar miles de millones de sus presupuestos.

¿Qué parece lo más probable?

Aunque la eurozona está mejor preparada, al contrario que en 2010, cuando hubo que aprobar el primer rescate, los socios del euro no quieren llegar al extremo. La canciller alemana, Angela Merkel, manifestó su disposición a llegar a un acuerdo. Los controladores del FMI, el BCE y la UE ya no se denominan "troika", sino "instituciones". Y condiciones incumplidas pueden convertirse en nuevos "acuerdos". Sin embargo, esos acuerdos tendrían que ser aprobados en los parlamentos de los países acreedores, entre ellos Alemania.

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