ATENAS.- El Gobierno griego aceptó que la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) continúen supervisando a Grecia durante el periodo en que reciba asistencia financiera, y además se compromete a no tomar acciones unilaterales.
Así se desprende de la carta que el ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, envió ayer al jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y filtrada hoy a los medios.
Aunque evita utilizar la palabra troika, en la misiva de solicitud de ampliación del programa de asistencia, Varufakis señala que durante los seis meses de la prorroga Grecia acepta una "supervisión" de la CE y del BCE así como, en el "mismo espíritu", con el FMI.
Al mismo tiempo, garantiza que se abstendrá "de tomar medidas unilaterales que menoscaben las metas fiscales, la recuperación económica y la estabilidad financiera".
También evita dar una cifra para el objetivo del superávit primario, que Grecia quiere en principio revisar al 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB), del 3% previsto para este año.
El texto afirma que se acordarán condiciones financieras y administrativas mutuamente aceptables y que su aplicación, en colaboración con las instituciones, deberán servir para estabilizar la situación fiscal de Grecia y "alcanzar unos superávit fiscales primarios adecuados".
También señala que Grecia se compromete a "la estabilidad de la deuda" y a la consecución de "los objetivos fiscales para 2015", pero "tomando en cuenta la situación económica actual".
En la carta, Varufakis propone además que durante la duración del acuerdo el Banco Central Europeo vuelva a aceptar los bonos griegos en sus operaciones de refinanciación.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, había suspendido recientemente esta posibilidad, que permitía a Grecia acceder a créditos a un tipo del 0,05%.
Durante los seis meses de la prórroga, dice la carta, se extenderá el acceso a los bonos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera en manos del fondo heleno de estabilidad.
Grecia pide además que en el futuro acuerdo, que se alcanzaría tras la prórroga, se recoja el compromiso firmado en el segundo rescate, en noviembre de 2012, de un alivio de la deuda griega.
En 2012 los socios de la eurozona se comprometieron a estudiar la posibilidad de mejorar las condiciones de la deuda helena si Grecia cumplía con todos los requisitos previos.
Finalmente, la carta propone comenzar inmediatamente los trabajos para un nuevo Contrato para la Recuperación y el Crecimiento entre Grecia, Europa y el Fondo Monetario Internacional, que sustituiría a este acuerdo provisional de seis meses.