EFE
WASHINGTON.- La solicitud del gobierno estadounidense al Congreso para destinar US$ 1.900 millones a América Latina durante el año fiscal 2016 se encontró el martes con críticas republicanas sobre la definición de prioridades en la política exterior hacia el hemisferio.
La subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, dijo que la mitad del total solicitado -un incremento del 35% respecto al año fiscal 2014- estaría destinado a un plan para combatir el crimen organizado y fortalecer las instituciones en América Central.
"La asistencia estadounidense que financia nuestra política impacta positivamente a ciudadanos a lo largo del hemisferio y beneficia los intereses nacionales estadounidenses", dijo Jacobson durante una audiencia celebrada por la subcomisión a cargo de la región en la cámara baja.
El gobierno del presidente Barack Obama presentó el mes pasado un proyecto presupuestario que busca proveer US$ 1.000 millones principalmente a Guatemala, Honduras y El Salvador, puntos de partida de las decenas de miles de menores que llegaron a la frontera estadounidense sin documentos y sin acompañantes adultos el año pasado.
Ese proyecto presupuestario incluye US$ 287 millones para la Iniciativa Regional de Seguridad en América Central (CARSI por sus siglas en inglés), dijo Jacobson.
La congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, quien presidió la audiencia, se preguntó si las embajadas estadounidenses y los propios países están preparados para manejar un incremento tan sustancial de fondos de un año fiscal a otro.
La legisladora por Florida expresó su temor de que esté en riesgo la implementación de los programas para fortalecer la democracia en Cuba, para los cuales el gobierno solicitó 20 millones de dólares, debido a las "mal llevadas negociaciones para normalizar" las relaciones diplomáticas que desde diciembre adelantan Washington y La Habana.
Ros-Lehtinen ha criticado reiteradamente el acercamiento con Cuba porque alega que terminará premiando a un gobierno que sistemáticamente viola los derechos humanos de su población.
Jacobson respondió que Estados Unidos mantendrá esos programas y que así se lo ha comunicado a la delegación cubana durante las conversaciones que ha mantenido hasta el momento.
Ros-Lehtinen también criticó que el gobierno estadounidense pida apenas US$ 5 millones para apoyar a la sociedad civil venezolana, cuando los venezolanos tienen una "mayor necesidad de asistencia" ante la situación que atraviesa la nación sudamericana.
Elizabeth Hogan, subdirectora interina para América Latina para la Oficina Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), respondió que la cantidad es apropiada dada la cantidad limitadas de organizaciones de sociedad civil operativas en Venezuela.
Hogan dijo que la meta es ayudarlas a documentar y denunciar violaciones de derechos humanos, y a lograr que su trabajo sea difundido por medios de comunicación independientes.
Estados Unidos sancionó este mes a siete funcionarios venezolanos acusados de violar derechos humanos. "Deberíamos aumentar nuestros programas de (promoción de) democracia para responder a los retos regionales, en lugar de reducirlos ante las dificultades", dijo Ros-Lehtinen.
Jacobson agregó que su propuesta presupuestaria incluye 289 millones de dólares para el Plan Colombia, US$ 242 millones para Haití, y US$ 119 millones para combatir el crimen organizado en México a través de la Iniciativa Mérida.
Otros rubros corresponden a US$ 96 millones para esfuerzos antinarcóticos y proyectos de desarrollo en Perú -primer productor de cocaína en el planeta- y US$ 53 millones para la Iniciativa de Seguridad para la Cuenca del Caribe (CBSI por sus siglas en inglés).