FRANKFURT.- La inflación en la Eurozona todavía resultó en tasa negativa en marzo, de acuerdo a los datos oficiales publicados este martes, pero la rebaja fue menos marcada que en los dos meses anteriores, lo que sugiere que pronto podría empezar a aumentar.
De acuerdo a la oficina europea de estadísticas, Eurostat, el índice de precios al consumidor (IPC) cayó a un ritmo anual de un 0,1% en los 19 países que comparten el euro, después de la rebaja del 0,3% en febrero y 0,6% en enero.
El descenso de los precios de consumo se debió una vez más a la caída de precios de la energía, que alcanzó un 5,8% respecto a marzo de 2014.
La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como laenergía y los alimentos no elaborados, se situó en un 0,6% en tasainteranual, frente a un 0,7% en febrero y un 0,6% en enero.
La evolución de los precios deberá ser bien recibida por el BancoCentral Europeo (BCE), que estableció un objetivo para la inflación amediano plazo de cerca pero por debajo de 2%. Para alcanzar tal meta,el BCE puso en marcha al inicio del mes un programa de flexibilización cuantitativa (QE) que supone reactivar la economía y alejar el fantasma de la deflación.