LA HABANA.- Japón desea "consolidar" sus relaciones económicas y poner en marcha un "nuevo esquema de cooperación a gran escala" con Cuba para apoyar las reformas del presidente Raúl Castro, anunció este sábado en La Habana su canciller Fumio Kishida.
"En primer lugar, con el objetivo de respaldar el esfuerzo de Cuba por las reformas, quisiera comenzar un nuevo esquema de cooperación japonesa de gran envergadura, a gran escala, llamado de Asistencia Financiera No Reembolsable", dijo Kishida durante un encuentro con su par cubano, Bruno Rodríguez.
"En segundo lugar, quisiéramos consolidar nuestra relaciones económicas", añadió el canciller japonés subrayando que, con ese fin, viajó a la isla acompañado por una delegación de unos 30 empresarios de su país, que tienen un "alto interés por Cuba".
Kishida, primer jefe de la diplomacia nipona en visitar la isla, destacó que Japón quiere llevar sus relaciones con La Habana "a un nuevo nivel", y que "da la bienvenida y su
apoyo al inicio del diálogo" entre Estados Unidos y Cuba para normalizar sus relaciones, tras medio siglo de enemistad.
En una entrevista al diario oficial Granma, en coincidencia con su arribo a la isla el jueves, había señalado que el deshielo entre Washington y La Habana, iniciado en diciembre, influiría positivamente en las relaciones entre Cuba y Japón.
Rodríguez dijo que para Cuba "las relaciones con Japón constituyen una prioridad", y que la isla tiene "la voluntad de profundizar los vínculos bilaterales en todos los ámbitos, incluido el comercio, la inversión, la cooperación científica y la cooperación multifacética".
"Hay un verdadero potencial por desarrollar (...) y estoy convencido de que su visita será una contribución decisiva para fortalecer las relaciones", agregó.
El portavoz de Kishida, Ken Okaniwa, reconoció el jueves en La Habana durante un encuentro con corresponsales extranjeros que por ahora resulta "difícil" para las empresas niponas hacer negocios en Cuba, pues se enfrentan a eventuales sanciones estadounidenses en virtud del embargo que Washington aplica contra la isla desde 1962.
Okaniwa recordó que Tokio reprogramó la deuda cubana hace tres años y vaticinó que podría crecer el comercio bilateral, que hoy apenas asciende a unos US$ 52 millones, dos tercios de ellos de ventas japonesas a La Habana.
Cuba exporta tabaco, café y pescado a Japón y le compra principalmente maquinaria, indicó Okaniwa.
Ambos cancilleres recordaron que Japón y Cuba festejaron el año pasado los cuatro siglos de amistad entre ambos países insulares, cuyo primer contacto ocurrió en 1614 con la llegada a la isla del primer japonés, el samurai Hasekura Tsunenaga.