Alexis Tsipras, primer ministro griego
EFESANTIAGO.- La Comisión Europea (CE) afirmó que es posible que se alcance un acuerdo con Grecia sobre entregar un nuevo tramo de ayuda económica, a fines de mayo o principios de junio.
El portavoz comunitario Margaritis Schinas, indicó que las estimaciones hechas por el presidente de la CE, Jean Claude-Juncker, se basan en los progresos que se están logrando en las negociaciones que mantienen los acreedores y el país heleno.
"La CE sigue trabajando de cerca con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) en línea con el acuerdo del 20 de febrero para encontrar soluciones que vayan en el interés de la solidez, la estabilidad y la integridad de la zona del euro", dijo.
El 20 de febrero se concedió a Atenas una prórroga de cuatro meses de su rescate a cambio de que adoptara una lista de reformas detallada y consensuada con sus socios.
Por su parte, el ministro de Finanzas de Grecia también afirmó que están cerca de lograr un acuerdo con sus socios de la zona euro y el FMI, que implicará reformas a cambio de dinero fresco y que podría ayudarla a cumplir el pago de deuda de junio.
Pese a la crisis de liquidez, Atenas ha defendido las "líneas rojas" en sus conversaciones con los acreedores, negándose a ceder en más recortes de pensiones y una mayor liberalización del mercado laboral para llegar a un acuerdo que aporte la ayuda que resta del rescate.
"No estamos poniendo líneas rojas por ponerlas", dijo el portavoz del Gobierno, Gabriel Sakellaridis. "Creemos que son elementos necesarios de un acuerdo para que no volvamos a tener los problemas del pasado", afirmó.
Grecia afronta pagos de alrededor de US$ 1.680 millones al FMI el próximo mes y US$ 7.500 millones de deuda en manos del Banco Central Europeo que vencen en julio y agosto.
En busca de un respiro, Varoufakis propuso que el fondo de rescate europeo pague US$ 30.235 millones de sus bonos en manos del BCE, comprometiéndose a devolver el dinero en un plazo mayor.
Atenas busca una reestructuración de la deuda, una meta de superávit primario más baja y la promesa de no recortar más pensiones y salarios.