Los países miembros del G7 son Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón.
EFE
BERLÍN.- La reunión de ministros de Finanzas del G7 arrancará mañana en Dresde (este de Alemania) con la vista puesta en el anémico crecimiento global, la evasión fiscal en multinacionales, y la persecución de las redes de financiación del terrorismo.
Fuentes del Gobierno alemán explicaron hoy cómo se desarrollará el encuentro de los titulares de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de este foro informal que reúne a las siete economías más industrializadas: Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón.
"El objetivo es promover un diálogo muy abierto sobre temas importantes. Queremos evitar disputas sobre la última coma (del comunicado final) y centrarnos en debatir sobre la elección de la dirección y los mecanismos adecuados", apuntaron estas fuentes.
La priorización de los temas, agregaron, la decidirán sobre la marcha los ministros y gobernadores, ya que lo que se busca son conversaciones fructíferas y no un comunicado final con una posición común que, avanzaron, no se producirá.
"Queremos hablar de deuda, inversión y crecimiento", señalaron estas fuentes, que apuntaron que el debate se dirime en torno a cuál de los dos primeros términos (deuda e inversión) es más relevante a la hora de azuzar la economía mundial.
La reunión, aliñada con las intervenciones de reconocidos expertos internacionales, persigue "identificar desarrollos" que pudieran ser perjudiciales y ver cómo se pueden corregir a medio y largo plazo.
Berlín, como es conocido, defenderá que la consolidación fiscal es el camino hacia el crecimiento sostenible y que las políticas monetarias expansivas -como las que han implementado el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal- son peligrosas.
Con respecto al avance de la "agenda impositiva común", el objetivo de Dresde es mejorar el "intercambio automático de información fiscal" para evitar el fraude y la evasión, así como los trucos contables a los que recurren muchas multinacionales para reducir al máximo su carga impositiva.
Estas conversaciones quieren ir "más allá" del actual debate sobre el plan de acción común que prevé concluir a lo largo de este año un comité de expertos en Basilea para combatir la denominada "erosión de la base imponible y el traslado de beneficios" (BEPS).
Asimismo, el encuentro prevé abordar los "agujeros" legales que persisten en la normativa financiera internacional y los que permiten la financiación del terrorismo.
El auge de China se abordará desde dos perspectivas, la puesta en marcha del rival chino del Banco Mundial, el denominado Banco de Inversiones e Infraestructuras de Asia (AIIB) y la posible inclusión del renminbi en la cesta de divisas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por último, se tratarán asuntos de actualidad, como la situación en Grecia y en Ucrania desde su perspectiva financiera, aunque Berlín no cree que estos temas dominen las conversaciones.
Los ministros y gobernadores del G7 estarán acompañados en Dresde, entre otros, por la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, el presidente del Eurogrupo, Jeroem Dijsselbloem, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y el comisario europeo de Economía y Finanzas, Pierre Moscovici.