Los mercados bursátiles españoles están atentos a sectores como el inmobiliario.
El MercurioMADRID.- El número de desempleados en España podría alcanzar la cifra récord de cinco millones si la población activa sigue aumentando, dijo hoy el ministro de Trabajo, en una entrevista publicada por el diario financiero Expansión.
El desempleo en España alcanzó el 20,3%, más del doble que el promedio de la Unión Europea, luego de que el número de personas sin trabajo aumentara en 2,5 millones, hasta los 4,7 millones, desde el inicio de la crisis económica en el primer trimestre del 2008.
"Que supere o no los 5 millones de desempleados estará en función de cuál sea el comportamiento de la población activa", declaró el ministro Valeriano Gómez al periódico.
La inmigración durante los años del boom económico hizo crecer la fuerza laboral en casi 3 millones desde el 2005, y aunque el número de personas buscando empleo descendió ligeramente desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, éste sigue siendo demasiado elevado, reconoció el ministro.
El Gobierno espera que la estancada economía española registre una creación neta de trabajos en la segunda mitad de este año, al tiempo que las previsiones oficiales para el desempleo son de 19,8 por ciento en el 2011, una cifra que bajaría al 16% en 2014.
Gómez también afirmó a Expansión que no preveía un déficit en el sistema de la Seguridad Social este año ni hacer uso del Fondo de Reserva para afrontar el pago de pensiones.
"Yo creo que no va a ser necesario hacerlo. El Fondo de Reserva incrementará su tamaño con sus resultados, que ya supera los seis puntos de Producto Interior Bruto (PIB)", dijo.
Los problemas económicos de España y la forma en que el Gobierno maneja uno de los mayores déficits públicos de la zona euro han estado bajo un intenso escrutinio de inversores internacionales, temerosos de que la cuarta mayor economía del bloque se vea forzada a pedir un rescate de la UE y el FMI.
La aprobación de medidas de austeridad y reformas estructurales, incluyendo en el mercado laboral, han ayudado a calmar los nervios de los inversores, pero las persistentes dudas sobre la solidez de la industria inmobiliaria siguen generando incertidumbre.