LIMA.- El candidato presidencial opositor peruano Alejandro Toledo insistió hoy en que encabezará la resistencia democrática "hasta conseguir unas elecciones limpias", al ratificar que no participará en la segunda vuelta electoral si se mantiene como fecha al 28 de mayo.
Durante una reunión con la prensa internacional, Toledo dijo que "tenemos que ser realistas", al admitir que tras el pronunciamiento de anoche del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) todo indica que no se cambiará la fecha y que el Presidente Alberto Fujimori será único candidato, lo que en su concepto dará pasó a un gobierno ilegítimo.
Según el candidato, ocho gobiernos extranjeros, incluidos dos de América Latina, ya se comunicaron con él para expresarle su apoyo por la posición adoptada, pero se negó a identificarlos porque "no estoy autorizado" para ello.
El aspirante a la presidencia instó a los peruanos a no acudir a las urnas el 28 de mayo y afirmó que no descarta presidir un mitin ese día, pero exhortó al mismo tiempo a Fujimori a reconsiderar la posición y permitir el aplazamiento, pues, en su concepto, el JNE hará lo que le diga el Ejecutivo.
Toledo indicó que su partido, Perú Posible, estudia en el momento las implicaciones legales de una eventual renuncia oficial a la postulación, que hasta ahora se mantiene en el terreno informal y que se ha declarado dispuesto a replantear si se admite el aplazamiento hasta el 18 de junio.
El líder opositor anunció que seguirá en campaña y de hecho presidirá hoy un mitin en Lima y mañana otro en la andina ciudad de Huancayo, porque "no puedo abandonar a más de cuatro millones de personas" que votaron a su favor en la primera vuelta, el 9 de abril.
Esa movilización, insistió, seguirá, al margen de lo que pueda pasar el 28, hasta que haya una elecciones limpias. "Que (Fujimori) se autoproclame, si quiere, pero no vamos a defraudar a la gente".
Reiteradamente insistió, sin embargo, en que esa movilización, que según dijo ya ha comenzado a gestarse en numerosas ciudades del país, debe ser absolutamente pacífica, aunque alertó de un supuesto plan de los servicios de inteligencia para sembrar agitadores en los mítines y desprestigiar al movimiento opositor.
Respecto al papel que jugarán los congresistas elegidos por Perú Posible para el próximo período, Toledo dijo que "estamos estudiando junto con ellos" la actitud a tomar. Según analistas opositores, los legisladores toledistas deberían abstenerse de asumir sus escaños, pero hay dudas de que su líder esté en capacidad de "controlarlos".
En opinión de comentaristas, Toledo y Perú Posible ya habrían dado por descontado que no estarán en las elecciones y se aprestarían a librar una maratónica resistencia que podría confluir con una presión internacional que tendría quizás a Estados Unidos como cabeza mayor.
Con lo que sí marcó contundentes distancias Toledo fue con la posibilidad de una salida militar al problema, aunque advirtió que sabe que en las Fuerzas Armadas "no hay una posición monolítica" respecto a la coyuntura. En ese marco, consideró a los recientes sucesos en Paraguay como "un nuevo triunfo de la democracia".
El candidato, sin embargo, ha insistido en que su prioridad está en que se "limpien" las elecciones y se celebren el 18 de junio, con un ente escrutador sometido a auditoría, con nuevos miembros de mesa (condición que considera imprescindible tras surgir indicios de un posible "fraude" cometido por varios de ellos) y un trato más equitativo en la televisión abierta.
"Si el Presidente gana en unas elecciones limpias, yo seré el primero en ir a saludarlo, a felicitarlo", prometió.
